Jorge Fernández Díaz y 'Lola', la perrita ministerial
La debilidad de Jorge Fernández Díaz se llama 'Lola'. El afán de ella es acaparar la atención del ministro del Interior en funciones, llevarlo a su terreno. Él no puede resistirse a sus caricias perrunas. “Es mimosa y celosa. La quiero de una manera muy especial”, dice mientras le rasca su aterciopelada barriga. Es lunes por la tarde y el político acaba de llegar de un acto oficial a la sede ministerial del palacio madrileño Alcalá Galiano. Amo y mascota posan para la fotógrafa. Él, traje oscuro y corbata azul. Ella, abundante pelo blanco y motas de gris.
El flechazo surgió hace ocho años, tras la muerte de 'Lucky', el anterior perro del político. Fernández Díaz descubrió en una página web a esta perra de raza shih tzu, originaria de Tíbet. 'Lola' nació en Almería. Y pasó a formar parte de la familia del ministro. Comparten habitación, desayunos y algún que otro almuerzo. Todos caen ante los embrujos de la perrita. Al igual que el personal que trabaja en este palacete, residencia del ministro. Es aparecer ella en escena y desaparece la tensión en el rostro del hombre duro del Gobierno de Rajoy. Él ni se plantea el día que falte. Pero quién sabe… “Si la otra vida va a ser la felicidad absoluta, ¿por qué no te vas a reencontrar con quien en esta vida te ha hecho compañía?”.