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Reconciliarse a través de la música

De la Rosa le canta en 'Hoy se celebra todo' al descubrimiento y a la ruptura, a la unión y a la conciencia para festejar la vida y la muerte a partes iguales

El compositor Julio de la Rosa, en Madrid. En vídeo, la canción 'Juegos de mesa'.Vídeo: Álvaro García
Mai Montero
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Reconciliación. Esa es la palabra que resume el último trabajo del compositor Julio de la Rosa, Hoy se celebra todo. Con estas diez canciones, el jerezano cierra una trilogía musical que comenzó hace siete años con La herida universal —que arrancaba con el descubrimiento romántico— y a la que siguió Pequeños trastornos sin importancia en 2013, donde se hablaba los problemas de una pareja con diferentes trastornos de personalidad. De la Rosa le canta ahora al descubrimiento y a la ruptura sentimentales, a la unión y a la conciencia, y festeja la vida y la muerte a partes iguales.

Después de ganar el Goya a la mejor banda sonora por La isla mínima, de Alberto Rodríguez, De la Rosa (Jerez de la Frontera, 1972) decidió reconciliarse consigo mismo para terminar un trabajo inacabado. Ahora vive, junto a sus dos perros, en la sierra de Madrid, donde ha encontrado la paz para componer este último álbum, que nace para ser entendido como un todo. Una obra que va avanzando a través de las canciones y que forma parte de un proceso mental. “Este disco es un cierre de algo y no sé lo que vendrá después, pero sí que necesitaba decir algunas cosas más respecto a lo que había contado”, asegura el autor.

El compositor afirma que con este nuevo trabajo ha intentado “huir de la estructura hermética del formato canción” y abrir la posibilidad a que las canciones hablen por sí solas. “El final del álbum, por ejemplo, es casi un tercer acto, un interludio compuesto por dos minutos instrumentales para pasar al desenlace. Creo que esto ayuda a entender el disco como una obra completa y está pensado así para que no se pierda en esta sociedad de consumo rápido y corto. He intentado hacer tuits, pero están integrados dentro de un todo”, bromea respecto al uso de las redes sociales.

En cuanto a su fuente de inspiración, De la Rosa argumenta que los que se dedican al mundo de la música o del arte “no solo absorben como esponjas” lo aprendido, sino que llega un momento en el que tienen que sublimarse para no pensar en ello o no seguir sintiéndolo. “Creo que siempre hay algo de autoliberación en todo lo que uno hace y siempre hay una parte autobiográfica en cada trabajo”, añade.

Hoy se celebra todo es un canto a la vida, pero también a la muerte. El autor considera que no se puede concebir la una sin la otra y que el sufrimiento es parte del aprendizaje de la vida. “No sé si inspira más el sufrimiento, pero es más fácil sacarlo y crear a partir de la negatividad. Puede que ser una herencia mal llevada del romanticismo, pero al público también le gusta. Además están unidos, no existen los sentimientos planos, sin armónicos. Dentro de lo dramático siempre hay luz, y en la luz también hay oscuridad”, explica.

Otra de las peculiaridades que rodean a la presentación de este disco es que no irá acompañado de una gira. “No tocar este disco en directo es una decisión, por un lado, creativa y, por otro, de apetencia. Lo haré en otra ocasión, como ya lo he hecho antes. Me gusta crear y montar discos, pero tocar en directo no deja de ser una promoción repetitiva, cansina y agotadora”, defiende De la Rosa. El autor recuerda el sentimiento que le producía tocar en público al pianista Glenn Gould para explicar lo que siente ahora mismo. “Él gemía mientras tocaba y dejó de hacerlo, decía que con 15 años era muy excitante, pero que después no hay nada menos imaginativo que esto”.

De la Rosa, fiel a su espíritu inquieto y poco dormilón, se encuentra inmerso en varios proyectos que verán la luz en los próximos meses. Entre ellos, la banda sonora para La peste, la nueva serie de Alberto Rodríguez, ambientada en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XV. La banda sonora de la nueva película de Daniel Calparsoro, El aviso. O la presentación de su nuevo libro Wendy y la bañera de los agujeros negros, que coincide con la de Hoy se celebra todo. “La novela habla sobre la comunicación en pareja, con uno mismo o con el planeta Tierra. Incluso conecta con la ciencia ficción y el más allá. A mi editor no le gusta que diga esto, pero podría ser una comedia romántica apocalíptica”, vuelve a bromear.

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Sobre la firma

Mai Montero
Es editora de portada en el equipo digital de EL PAÍS y escribe reportajes para otras secciones. Antes trabajó en otros medios como Periódico Magisterio, especializado en educación, y en Cambio16. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS, actualmente cursa el Grado de Derecho en la UNED.

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