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Podemos baraja como única opción otro tripartito

La militancia decidiría la hipotética política de pactos de la coalición con Catalunya En Comú tras el 21-D

Doménech con la cabeza de lista de Catalunya en Comú-Podem por Tarragona, Yolanda López.Foto: atlas | Vídeo: ALEJANDRO GARCÍA (efe) / atlas
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Catalunya en Comú-Podem no tiene la menor intención de investir a Inés Arrimadas como presidenta de la Generalitat y, por tanto, apuntalar a una posible mayoría del bloque constitucionalista. Pablo Iglesias y los comunes rechazan con la misma contundencia nombrar presidente a Carles Puigdemont. Una alianza de izquierdas sería la única opción y por eso interpelan a ERC para que se defina. La militancia decidiría la hipotética política de pactos tras el 21-D. Las bases de los comunes ya aprobaron la ruptura del pacto con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona.

El primer debate electoral previo a los comicios del 21-D visualizó la distancia sideral entre Xavier Domènech, cabeza de lista de Catalunya en Comú y la marca catalana de Podemos, con la candidata de la formación naranja. Arrimadas le acusó directamente de querer investir a Oriol Junqueras y tener cerrado un pacto con Esquerra. No parece que sea así pero sí es verdad que los comunes reclaman cada vez con más ahínco a los republicanos que aclaren si van a investir a Puigdemont. La posición de la coalición de no apuntalar al bloque constitucionalista que ha secundado el 155 es clara. Pablo Echenique, número dos del partido, afirmó ayer en un mitin en El Vendrell (Tarragona) que votar a Aznar es votar  "Ciudadanos, PSC o PP. No lo digo yo: lo dijo él".

La formación de Ada Colau considera al expresident huido en Bruselas heredero de los diversos casos de corrupción que han protagonizado dirigentes de la antigua Convergència, así como del retroceso en políticas sociales aprobados durante la crisis económica por la Generalitat. La alternativa sería construir una mayoría progresista. “O el PDeCAT o una Cataluña progresista, pero las dos cosas no pueden ser”, ha avisado Elisenda Alamany. La número dos de Domènech ha incidido en que “nunca, nunca” integrarán un Govern con los “campeones de los recortes” y los “herederos del 3%”, en alusión a Junts per Catalunya. Echenique recordó ayer la antigua Converència es la única que pude competir en corrupción con el PP. "Aunque la mona se vista de seda, mona corrupta se queda", ironizó.

Consulta de los pactos a las bases tras el 21-D

Pedro Sánchez, líder del PSOE, dudó esta semana de la "capacidad de decisión" de Pablo Iglesias en las negociaciones que originen los resultados electorales del 21-D al temer que el rumbo lo marque Ada Colau. El secretario general de los socialistas sospecha que la influencia del secretario general de Podemos sería menor que la de la alcaldesa de Barcelona y cara visible de los comunes. Los socialistas han acogido con enorme enfado que la militancia de Barcelona En Comú se pronunciara a favor de la ruptura del pacto del Gobierno municipal.

Domènech ha ratificado que harán una consulta a sus bases sobre los pactos postelectorales. El instrumento ya lo utiliza de forma frecuente Podemos para tomar decisiones de envergadura como el rechazo de investir a Mariano Rajoy. El líder de los comunes apunta que tanto el programa electoral como las candidaturas se han realizado con Podemos a través de mecanismos conjuntos y que la voluntad es que se aplique la misma fórmula. No hay establecido ningún protocolo para los pactos pero aunque sea una coalición, Podem, que es solo la marca catalana de Podemos, ya forma parte de Catalunya en Comú

La aritmética electoral decidirá pero Catalunya en Comú-Podem quiere ejercer de rompehielos entre los dos bloques, que parecieron irreconciliables en el debate del jueves. "Los dos bloques hablan de coser y solo se enfrentan. Lo vimos en un debate absolutamente crispado. Solo piensan derrotar al otro para ganar la Generalitat como un botín", dijo corroboró Domènech en el mitin. Con todo, el plan de la coalición es  e intentar coser una alianza con ERC y PSC basada en la agenda social y no en la relación entre Cataluña y el resto de España. Los condicionantes hacen que el acuerdo “transversal progresista” que Pablo Iglesias plantea desde finales de octubre —antes que nadie— con ERC y PSC sea hoy por hoy inviable como consecuencia de las posiciones que imperan desde el procés.

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El secretario general de Podemos sostiene que solo hay una salida a la dinámica actual de bloques que confronta a independentistas y constitucionalistas. Y que pasa por la coalición electoral a la que pertenece Podemos, a la que se atribuye la llave del Govern pese a los malos pronósticos demoscópicos. “La única solución política es que haya un gobierno transversal en el que haya independentistas y no independentistas. Esto lo sabe todo el mundo en Cataluña”, afirma Iglesias. También defiende que a Iceta “le van a vetar”, sobre todo en el frente soberanista, mientras que Domènech reúne las características para sentar a negociar a una “fuerza política muy importante de la izquierda independentista [ERC] y al PSC”. Este pacto a tres dejaría, según Iglesias, al PP como “última fuerza en Cataluña” y al partido de Albert Rivera fuera del Gobierno. Iglesias considera que “sería enormemente peligroso” que Ciudadanos “esté en las instituciones”.

Para que se dé este escenario Esquerra primero tendría que abandonar la vía unilateral y los socialistas desmarcarse por completo de la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Algo que también está en el aire después de que el portavoz del PSOE, Óscar Puente, afirmase que la retirada del 155 “va a depender” del Govern que resulte del 21-D. “Es lamentable. Espero que solo represente a su propia voz, pero es cierto que el PSOE se ha convertido en especialista en apoyar al PP en los momentos clave y no en aportar soluciones”, criticó ayer Domènech.

Este es el terreno de juego y tiene el aroma del tripartito que las tres fuerzas —PSC y ERC y los actuales herederos de Iniciativa— formaron la década anterior. El nombre parece demonizado y nadie la menciona explícitamente tras la fractura del 1 de octubre. El rompecabezas es complicado después de que Iceta garantizara que no investirá a ningún candidato independentista. Pese a ello, Ciudadanos, donde no les suena mal un tándem Arrimadas-Iceta, no se fiía y teme que los socialistas lo que pretenden es formar un nuevo tripartito de izquierdas.

Para que Catalunya En Comú-Podem aceptase a Iceta de president de la Generalitat Ciudadanos no podría formar parte del Govern. Y qué decir el PP. La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, subrayó el martes que estaban abiertos a pactos puntuales con Ciudadanos, como ocurre en el Congreso en determinados temas, pero no a acuerdos de Gobierno y menos a compartir Ejecutivo o permitirle que lo haga. Iceta plantea un Ejecutivo en solitario y por tanto en minoría. En el PSC entienden que es la mejor fórmula y la más pragmática para eludir los vetos cruzados entre las diferentes fuerzas.

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