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La OEA denuncia una “falta de garantías y transparencia” en las elecciones de Honduras

La institución regional endurece su postura y no descarta recomendar la celebración de unos nuevos comicios

La policía militar trata de contener las protestas en las calles de Tegucigalpa, Honduras.Vídeo: JOHAN ORDONEZ-AFP / OPIDA, MAR BOREAL - EPV

La Organización de Estados Americanos (OEA) denunció este miércoles una “falta de garantías y transparencia” en las recientes elecciones presidenciales de Honduras, que desde hace diez días vive en caos por las protestas tras los comicios. En un comunicado, la institución más importante de la región no descartó recomendar la celebración de nuevas elecciones en caso de que el Gobierno del país no pueda disipar las dudas en torno al recuento de votos que dio por vencedor al presidente, Juan Orlando Hernández. El gesto supone un endurecimiento de la postura de la OEA, que el lunes había pedido que Hernández y el líder de la oposición, Salvador Nasralla, llegaran a un acuerdo para la revisión de actas.

“La Misión de Observación Electoral de la OEA ha informado del cúmulo de irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado este proceso electoral”, expuso en un comunicado la organización, que concluyó que no puede tener certeza sobre los resultados. “No es posible, sin un proceso exhaustivo y minucioso de verificación que determine la existencia o no de un fraude electoral —como ha denunciado parte de la oposición—, restituir la confianza de la población en el proceso”, decretó el comunicado.

Entre las recomendaciones que hace el informe de los observadores de la OEA se encuentra la verificación de más de 6.000 polémicas papeletas, la revisión de la participación en los departamentos de Lempira, Intibucá y la Paz, y la publicación de los listados de las mesas electorales de otras cinco regiones. Si las instituciones gubernamentales, controladas por Hernández, no pueden solventar dichas dudas, la OEA no descarta “la posibilidad de recomendar un nuevo llamado a elecciones con garantías de que corrijan las debilidades identificadas”.

La violencia y las protestas han sumido al país centroamericano desde que el pasado 26 de noviembre Hernández y Nasralla ambos se declararan ganadores de las elecciones presidenciales y movilizarán a sus bases en defensa de su legitimidad. Mientras el Tribunal Supremo Electoral ha recontado los votos por segunda vez —y concluído por segunda vez la victoria de Hernández—, el Gobierno ha tratado de contener la tensión social imponiendo un toque de queda nocturno y decretando el estado de emergencia. “El problema es que el Tribunal Supremo Electoral depende del presidente y en la noche electoral ya logró retrasar el conteo”, reclamó el opositor Nasralla el lunes.

La indignación sobre lo que la oposición ha tildado de fraude electoral estalló el martes cuando sectores de las fuerzas de seguridad se revelaron y rechazaron aplicar las órdenes del presidente. “La verdad es que ya no queremos combatir al pueblo”, afirmó un uniformado.

Ante la ausencia de soluciones, la OEA pidió a principios de semana que los líderes llegaran a un acuerdo que solventara la desconfianza en los resultados electorales. El comunicado de hoy supone un endurecimiento de la postura de la organización, que también condenó la imposición del toque de queda y otras limitaciones la libertad de movimiento como una medida desproporcionada.

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