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El Getafe intimida al Valencia

Los de Marcelino desaprovechan la oportunidad de acercarse al Barça y caen jugando con uno más buena parte del encuentro

Djené pugna con Rodrigo. En vídeo, declaraciones de Rubén Uría, segundo entrenador del Valencia, y José Bordalás, entrenador del Getafe.Foto: atlas | Vídeo: JAVIER SORIANO

El Getafe intimidó al Valencia en el Coliseum. El equipo de Bordalás, en inferioridad numérica desde el minuto 24 de la primera mitad, jugó al límite de lo permisivo, con un juego muy agresivo. El grupo de Marcelino deja atrás una racha de 13 jornadas sin ser derrotado y pierde la oportunidad de quedarse a dos puntos del Barça. El Valencia, desconocido, cayó golpeado por el Getafe sin exhibir nunca su velocidad a la contra ni su buen momento. Primera derrota valencianista sin Guedes, baja por lesión durante un mes.

El partido parecía desequilibrarse en favor del Valencia mediada la primera parte. En el minuto 24 sucedieron muchas cosas, todas, a priori, negativas para los azulones. Bordalás había preparado un partido lleno de espinas para el Valencia. La consigna del técnico era muy llamativa: impedir que los de Marcelino exhibieran su portentoso contragolpe. Cada salida visitante era abortada con una falta sobre un campo, sospechosamente, en mal estado. El Valencia no podía correr porque cada vez que lo intentaba iba al suelo. Llegó el minuto 24 de un partido cargado de aristas para el Valencia. En apenas un minuto, el arbitro Medié Jiménez, que debutaba en Primera, anuló un gol al Geta por fuera de juego de Amath y en la siguiente salida del Valencia expulsó a Arambarri por doble amarilla tras cortar en falta una colada de Martín Montoya. El mediocentro, minutos antes, había visto la primera cartulina en otra falta descarada sobre Andreas Pereira. La agresividad del Getafe le pasaba factura pero le permitía luego retirarse a vestuarios sin recibir un arañazo del Valencia.

El grupo de Marcelino no pudo con la combatividad del Geta. Jugaron los blanquinegros una primera mitad muy fría con Zaza y Rodrigo desconectados por el ímpetu azulón en la medular. Solo Parejo a balón parado, ejecutando tres faltas cerca de la frontal, lanzó a puerta. Un remate de Zaza con el hombro y un chut de Soler rematando un córner cerraron la ofensiva del equipo visitante.

El Getafe, metido atrás y muy intenso, vivía del ataque y rechace y del balón parado. La expulsión de Arambarri no lo descompuso, todo lo contrario. Bordalás había perdido a uno de sus guerrilleros pero el Valencia se marchó intimidado. La baja de Cala, en el eje de la defensa, la suplía bien Bruno. En un equipo de corte batallador y pandillero, Damián Suárez, equipado con botas de tacos de aluminio, estaba en su salsa acogotando a los jugadores del Valencia. Fue el jefe. El uruguayo acabó el partido, sorprendentemente, sin una amarilla. Su importancia en la guerra de guerrillas que planteó Bordalás fue total.

Marcelino, que cumplía su segundo partido de expulsión, modificó el equipo en el descanso. Kondogbia, con una amarilla por llegar tarde a una jugada y hacer falta, se quedó en el vestuario protegido por su entrenador. Nacho Gil entró en banda izquierda, Pereira se fue a la derecha y Soler pasó a acompañar a Parejo en el centro. No le importó al Getafe, que siguió jugando con la misma intensidad, y tuvo la ocasión más clara en una acción de Ángel. El delantero canario acarició su séptimo gol de la temporada en un desmarque de ruptura a la espalda de la defensa del Valencia, que tiró mal el fuera de juego. Montoya se quedó colgado atrás y Ángel enfiló a Neto. Su disparó se marchó a la derecha de Neto. El delantero ganó siempre sus duelos con los defensores del Valencia.

El Geta, con diez jugadores, seguía controlando el partido. Con sus armas estaba dominando a un gigante que nunca se movió cómodo en el Coliseum. Hasta que llegó el gol después de un defectuoso rechace frontal y flojo de Gabriel Paulista, que dejó el balón muerto a pies de Markel Bergara. El tiro del mediocentro lo desvió el mismo Gabriel y entró en la portería.

Parejo, otra vez a balón parado, se encontró con Guaita tras otra falta en la frontal. El meta, en una etapa de brillante madurez, hizo la parada de la tarde e impidió el empate. Soler también se encontró Guaita, magnífico, en un lanzamiento lejano. El Valencia, muy plano, fue superado por la combatividad de un equipo menor pero con más carácter.

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