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Simagin, modesto y guerrero

Lo importante a veces no es tener ventaja sino aprovechar con precisión los recursos tácticos ocultos

Blancas: Td1, Df1, Rh1, Ae2, Ce3, Th3, Cd4; peones en a2, g2, h2 y e4.

Negras: Th8, Ad7, Re7, Ab6, Ce5, Da3, Tc3; peones en a6, d6, e6, f6, b5 y h4.

Muchos jugadores de élite subrayan hoy que ganar a rivales inferiores en teoría es cada vez más difícil porque, bajo la gran influencia del entrenamiento con computadoras, la capacidad defensiva y la preparación de las aperturas ha mejorado muchísimo en los últimos 25 años. Pero eso ya ocurría mucho antes, y por motivos muy distintos, en la Unión Soviética, donde había docenas de ajedrecistas poco famosos capaces de tumbar a los mejores del mundo en una o varias partidas.

Vladímir Simagin (1919-1968) era uno de ellos, y una buena prueba es la victoria de este vídeo frente a Léonid Stein (1934-1973), uno de los diez primeros del escalafón en los años sesenta. Como ya indicamos en la primera joya de Simagin que se publicó en El Rincón de los Inmortales, destacó mucho como jugador, entrenador y analista. Las combinaciones que se suceden en esta partida exhiben su gran comprensión estratégica y táctica.

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