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LaLiga Santander jornada 11
Real Madrid
Real Madrid
Casemiro 40'Marco Asensio 55'Isco Alarcón 74'
3 0
Finalizado
Las Palmas
Las Palmas

Asensio redime al Real Madrid frente a Las Palmas

Un golazo del mallorquín enfila a los blancos tras un primer tiempo muy gris. Cristiano sigue seco

FOTO: Marco Asensio, tras marcar su gol a Las Palmas. / VÍDEO: Declaraciones de entrenador y jugadores tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: Mariscal (EFE) / ATLAS
José Sámano

El partido era un muermo cuando un trueno estalló en Chamartín. El Madrid, opaco y sin chicha, remoloneaba ante el Las Palmas cuando Asensio cargó de metralla esa zurda artillera que tiene y desde fuera del área, con el balón de bote en bote, incrustó la pelota en la red de forma supersónica. No fue un gol. Como golazo se quedó corto. Fue un do de zurda que valió por todo un partido. Ocurre que hubiera merecido un encuentro con otro garbo, no un duelo tan birrioso en el primer tiempo. Luego reflotó el Real Madrid, que tras el descanso se avispó mucho mejor y se sacudió los fantasmas de sus dos últimos choques.

El Madrid llegó a la cita convaleciente, en vilo, a once puntos del Barça y turbado por su batacazo en Girona y su escuálido paso por Londres. Al Las Palmas, que no está como para aplaudirse, le cabría esperar un torrente inicial. Pero donde se esperaba a un Madrid con colmillo que amedrentara sin tregua a su rival, solo hubo un equipo pasivo, flácido. Un Madrid contemplativo, sin nervio. Incluso, capaz de dar vidilla al adversario al que no hizo sentir el volumen de Chamartín. Todo un sedante para los chicos de Pako Ayestarán. Y eso que antes de los cinco minutos, Benzema se plantó en los morros de Raúl, meta visitante, que con su rechace con el pie derecho agigantó la imagen del galo en la diana popular. Tal y como está el clima madridista nadie peor para no abrochar el gol en una ocasión pintada. Para el francés hace tiempo que pintan bastos.

El fallido asalto de Benzema no fue el preludio de un Madrid en combustión. En absoluto. Para sosiego canario, el equipo de Zidane se desplegó sin músculo. También sin el balón, concedido con toda la cortesía del mundo al Las Palmas. Los madridistas se conformaban con un vistazo a los amarillos, sin remangue siquiera para una aparente presión. Con la pelota tampoco se activaban los locales, demasiado tiesos, elementales en todas las maniobras.

Zidane dio oxígeno a Modric, marchitado en los últimos partidos y con una semana de aúpa por delante con la repesca de Croacia de cara al Mundial de Rusia 2018. La otra variante fue defensiva. El preparador francés echó el lazo Vallejo en detrimento del novel Achraf y por delante adosó a Isco y Asensio, lo que remitía a una jornada de ingenio. Nada hubo en el primer acto, con ambos muy acostados en las orillas y sin el respaldo preciso de Nacho y Marcelo por los laterales. Atrofiado el Madrid, Vitolo emergió delante de Kiko Casilla, que acertó a despejar el balón. Por entonces, Las Palmas descansaba con la pelota, aunque sin profundidad, lastrado por la ausencia de Viera.

Con el encuentro empastelado, Cristiano puso algo de picante ante Raúl con un cabezazo y un disparo combado que esquivó la red de gol por centímetros. Pero todo era muy espasmódico, hipotenso. Hasta que un córner ejecutado por Asensio a cinco minutos del descanso fue desviado hacia su portería por Calleri —un ariete no siempre domina las dos áreas— y Casemiro embocó de cabeza. No fue un cabezazo cualquiera, sino el primer tanto madridista en Liga por esa ruta. Tan chocante como insólito resulta que Casemiro, el medio matraca del Madrid, doble en goles ligueros a Cristiano Ronaldo (dos por uno). El mundo al revés.

En el intermedio, alguien, fueran el técnico o los principales solistas del grupo, hizo sonar las cornetas. Irrumpió otro Madrid, ya un equipo con alma y dientes apretados, más chisposo. El conjunto blanco atrincheró a su contrario, le invadió en su campo y le quitó el sustento del balón, al que ya no dio palique. Las Palmas se diluyó en la misma medida que creció el Madrid, en el que ya circulaban por aquí y por allá Isco y Asensio, ya menos estáticos. En general nada deslumbrante, pero lo mínimo exigible al Madrid.

El gol nuclear de Asensio bendijo el repunte madridista y una estupenda contra del mallorquín y Cristiano la cerró Isco, otro buen gol. Con 3-0, margen suficiente para que Zidane pusiera a salvo a Casemiro de una tarjeta que le hubiera exiliado del próximo reto, en el Metropolitano. Despejado el marcador, también hubo pista para Llorente, Lucas y Ceballos. Junto a Vallejo, certero y firme en su bautizo en el Bernabéu, esa segunda unidad que tanto necesita enganchar el Madrid. Primero, hasta que llegue la plenitud de gente como CR, Modric, Benzema... Y luego para que Zidane pueda hacer girar la noria como el curso pasado. De momento, pocos argumentos remiten a los de la temporada anterior. Como consuelo, el espabile del segundo tiempo, tres puntos terapéuticos y un gol mayúsculo. Para el Las Palmas nada nuevo: ya acumula 34 visitas al Bernabéu sin renta alguna. Y su técnico, Pako Ayestarán, doce derrotas encadenadas en la Liga, siete en su etapa con el Valencia y cinco con los canarios. Casi nada. Ni blancos ni amarillos están para confetis. En la noche madrileña solo los mereció Marco Asensio y su gol de bandera.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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