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Atlético de Madrid, ganar o ganar

El Atlético, al bordel del abismo en Europa, se juega ante el atrevido y modesto Qarabag su supervivencia en la Champions League, el prestigio y 25 millones de euros

Entrenamiento del Atlético en el Calderón. En vídeo, declaraciones de Gabriel Fernández 'Gabi', jugador del Atlético de Madrid.Foto: atlas
Ladislao J. Moñino

Al borde del abismo, el Atlético de Madrid afronta en la noche de este miércoles (20. 45, beIN) algo más que un partido. El pedigrí de la relanzada marca de club y las finanzas entran en juego. “Ganar o ganar”, es la consigna que recorre por todos los estamentos del club. La delgada línea que separa al Atlético de un golpe muy duro de digerir por todas las capas de la entidad la marca el exótico y atrevido Qarabag. En la era Simeone no se ha conocido una situación tan extrema en el deambular de equipo por la Copa de Europa. Después de reintegrarse en la élite del fútbol continental con dos finales de Champions, una semifinal y unos cuartos, no pasar estar primera fase de grupos por no poder derrotar a un equipo de Azerbaiyán en dos partidos sería un topetazo histórico.

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La necesidad de ganar a un equipo novato en la competición que solo contabiliza cuatro disparos a puerta en tres partidos apunta tanto al prestigio como a la economía del club. En el presupuesto de 343 millones de euros presentado se incluyeron los ingresos por pasar la liguilla y por los octavos de final. En los despachos se calcula en unos 25 millones de euros el agujero que supondría para las arcas del club no entrar en la siguiente fase. Si se compara con los beneficios obtenidos cuando el equipo ha llegado hasta la final las pérdidas se disparan hasta una cifra aproximada de 50 millones. Para un club que padece un amenazante estrés contable por la inversión en el nuevo estadio y por la inflación salarial exigida por sus estrellas, la solución más natural para equilibrar el posible desfase presupuestario estaría en la venta de jugadores el próximo verano. El discurso de la dirigencia aparenta tranquilidad ante un hipotético fiasco. Para relativizar se apela al puro juego del fútbol, a que alguna vez puede suceder que el Atlético no pase de esta ronda. “Esto es fútbol y puede suceder, no sería un drama que no tuviera solución”, se apunta desde la directiva.

Los tres partidos disputados en esta Champions han reflejado los defectos que condenan a jugadores y cuerpo técnico en este inicio de campaña. En Roma (0-0) afloró por primera vez la desquiciante falta de puntería de delanteros y centrocampistas. En el estreno europeo del Wanda Metropolitano ante el Chelsea (1-2) al once presentado por Simeone le faltó jerarquía para combatir a un rival que le pasó por encima desde el minuto uno. El equipo de Conte también puso ya en cuestión ese paso atrás para defender las ventajas en el marcador. “Es verdad que nos ha costado mantener los resultados, pero seguimos trabajando en ello, sería un error cambiar ahora nuestra manera de jugar o pensar”, concede Gabi.

La aparente calma de la dirigencia no la transmitieron los jugadores en Bakú, donde además asomó el otro gran defecto del curso. La falta de juego generó un discurso conformista en el grupo tras solo haber generado dos ocasiones de gol. La ansiedad se apoderó del plantel en la capital de Azerbaiyán. “Sabemos la responsabilidad que tenemos, no hay margen de error, pero hemos jugado partidos más importantes que este”, abunda Gabi. La misma necesidad de ganar que tiene hoy el Atlético es la que tenía en Bakú y la respuesta fue la de un equipo de pies destemplados. “Lo que menos puede tener el equipo es ansiedad”, advierte el capitán.

En el Calderón

Ante la exigencia y la presión que rodean, Simeone y sus futbolistas se refugiaron ayer en la melancolía del Vicente Calderón para realizar su último entrenamiento. Desde hace un tiempo, el técnico tiene en mente utilizar su antigua casa mientras sea posible. También pesan en ese empeño, además de la logística, las supersticiones del técnico.

Para un equipo que vive mucho de las sensaciones, el partido contra el Villarreal, pese al empate, ha insuflado dosis de autoconfianza. Por primera vez en un mes, Simeone y sus futbolistas detectaron continuidad en algunos de los rasgos que mejor expresan el potencial del equipo. “Contra el Villarreal hicimos un grandísimo partido y por ese camino vendrán resultados mejores”, aventura Gabi.

“Tenemos un partido importante para el club, para la gente, para los jugadores y para mí”, avisa Simeone sobre el que en las últimas semanas han recaído un aluvión de críticas: “Prefiero las críticas a vivir el anonimato, prefiero que me exijan”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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