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Un punto negro en Vallecas

Los vecinos de la calle de Perelada se quejan de llevar siete años sin alumbrado público ante la indiferencia de las Administraciones

Varios vecinos del número 2 de la calle de Perelada denuncian que llevan años sin farolas en su calle.
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Un agujero negro se cierne en el sureste de Madrid. La calle de Perelada, en el distrito de Puente de Vallecas, lleva más de siete años a oscuras. Cuando cae la noche, sus más de 300 vecinos deben transitar la zona sin luz, a pesar de que las farolas del alumbrado público están instaladas. “Es un problema de voluntad”, critican los afectados. El IVIMA, que construyó los bloques de pisos, obliga a los inquilinos a hacer una mancomunidad para sufragar los gastos, pero ellos se niegan. El Ayuntamiento subraya que, de momento, no ha recepcionado las obras.

A escasos metros de la Avenida de la Albufera, que une Vallecas con el centro de la capital, emerge una pequeña y estrecha calle por la que transitan coches en un único sentido: la calle de Perelada. Bloques de pisos de ladrillos vistos emergen a ambos lados. Cuatro farolas colgadas en la pared alumbran la zona par. Los inquilinos de los bloques con numeración impar no tienen luz aunque existen varios focos instalados en la plazuela. “Es una pena que tengamos que estar a oscuras, que no podamos salir a la calle por miedo a un navajazo, a un robo o a cualquier cosa”, insiste Antonio Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos El Parral.

“Aquí siempre hubo luz, pero después de las obras, todo cambió”, se queja Jacinto Arribas, de 77 años y casi seis décadas en la zona. En esta parte del barrio del Alto Arenal ya existían casas bajas hace más de medio siglo. El Gobierno regional las derribó para hacer bloques de viviendas. El IVIMA otorgó las casas de los bloques pares en 1999, la de los impares en 2010. “Las primeras noches nos dieron luz. Luego, nos la quitaron. Nos dijeron que era una zona privada”, recalca Carmen Sastre. Al caer la noche, la plazuela de la calle de Perelada es un punto negro. Unos vecinos se mueven con la luz de sus móviles pero Samuel, un discapacitado de 18 años, debe acelerar con su silla de ruedas. La poca visibilidad ya le ha costado chocar varias veces, confirma su madre, Judith Martínez.

Inventario municipal

Más indignada se muestra Rafaela Esquina, de 86 años: “Nos estamos alumbrando con los portales. Es horroroso. Estoy cansada de ir a plenos y nunca nos hacen caso”. El Ayuntamiento explica que aprobó un proyecto inicial de urbanización en febrero, pero que el definitivo no estará listo hasta final de año. “No nos consta la titularidad municipal de la calle de Perelada, aunque se considera como vía pública interior de nueva creación a ceder por el IVIMA”. Y añade: “Con las obras de urbanización se ejecutara la instalación de alumbrado y todos los demás servicios”.

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La calle, no obstante, aparece en la página número 799 del Inventario de Vías Públicas y Zonas Verdes 2016 del Consistorio. Mar Espinar, concejal del distrito por el PSOE, ha anunciado que presentará una moción para solucionar el problema: “Me parece increíble que en pleno siglo XXI, en la capital, tengamos vecinos sin luz o viviendo en infraviviendas”. Y añade: “Aunque el Ayuntamiento no tuviera las competencias, que hagan el favor de solucionarlo, no es tan costoso y para ello vinieron a cambiar el mundo”.

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