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Muguruza apaga el fuego de Ostapenko

La española derrota a la letona por 6-3 y 6-4 (en 1h 25m) y arranca con buen pie su andadura en el Masters de Singapur. El martes se enfrentará a la checa Pliskova (doble 6-2 a Venus Williams)

FOTO: Muguruza, durante el partido contra Ostapenko en Singapur. / VÍDEO: Fragmento del partido.Vídeo: ROSLAN RAHMAN (AFP) / REUTERS
Alejandro Ciriza

Garbiñe Muguruza resolvió como procedía: cabeza, control, temple. Con inteligencia y saber estar. No era día para florituras, por eso de ser un estreno, en un torneo tan puñetero como la Copa de Maestras, y frente a una jugadora tan brava como Jelena Ostapenko. Esta se hartó de castigar la pelota y pegar palos, buscando un cuerpo a cuerpo que le interesaba mucho, pero que nunca llegó, y terminó derrotada por 6-3 y 6-4 (en 1h 25m). De esta forma, la española arrancó con muy buen pie su tercera andadura en Singapur y ahora aguarda al segundo pulso, mañana contra Karolina Pliskova (doble 6-2 a Venus Williams), sin la soga al cuello que le hubiera supuesto un tropiezo.

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De alguna forma, al levantar la vista y mirar al otro lado de la red Muguruza veía un reflejo similar al suyo hace cuatro años. Entonces competía muchos días sin el freno de mano, abordando cada pelota como si fuera la última, en muchas ocasiones sin control. Cada golpe tenía que ser definitivo, cuando el tenis es uno de esos deportes que requiere un extra de temple, un plus de contención, así que suele penalizar los excesos de efusividad. Ostapenko, de sangre caliente, todo fuego, recuerda ahora a esa Garbiñe del pasado, aunque ataca la bola todavía con más fiereza, como si no hubiera un mañana, sin detenerse a pensar demasiado en la situación.

En ocasiones, cuando le acompañan las musas, le funciona y es imparable, como ya demostró hace unos meses en Roland Garros, pero cuando no tiene el día la pelota visita con demasiada frecuencia la red y los pasillos. Es el precio del todo o nada. Del exceso. Bien lo sabe Muguruza, ya lejos de aquella chica impetuosa que solo contemplaba ese camino visceral hacia la victoria. Hoy día, tenista mucho más completa, sabe elaborar y rumiar el punto, acelerar y apretar cuando hace falta, y bajar el pistón si el momento demanda calma, contener y pelotear hasta que la otra caiga como fruta madura.

Fue el caso de Ostapenko, sobreexcitada todo el rato, un alud constante. Cada vez que se disponía al tiro, en el interior del Singapore Indoor Stadium se escuchaba el runrún: ¿Cara o cruz? ¿Embestida dentro o fuera? El juego y el ímpetu de la letona, 20 años, engancha a la grada, pero el reverso de la moneda es la fragilidad. Si el viento va de cara, no hay quien pueda con ella; de lo contrario, es sumamente vulnerable. No entiende el término medio y sus partidos acostumbran a partirse en dos, a quedar siempre descompensados en lo numérico. Esta vez, la balanza volvió a constatar el desequilibrio: 21 golpes ganadores y 25 errores no forzados.

“He querido que la que arriesgase fuese ella”

Muguruza sirve durante su primer partido en Singapur.
Muguruza sirve durante su primer partido en Singapur.Matthew Stockman (Getty)

Lo dicho, dos mundos, demasiada polaridad. Una dicotomía que ha ido corrigiendo Muguruza, cada vez más equilibrada sobre la pista, cada vez más uniforme y cada día que pasa con un punto más de grande jugadora. Tiene bien aprendida la lección y ahora gestiona de otro modo los tiempos y las dificultades. Rara vez se atropella ya a sí misma. Piensa más y mejor. Y si desde el otro lado le proponen una ruleta rusa ella rehúye, no entra al trapo e impone su idea. Ya no le interesa el cuerpo a cuerpo, sino que su propuesta es mucho más meditada y moderada. En esta ocasión, 10 winners, 14 fallos.

“Hay veces en las que si eres inteligente sabes que va a fallar, que quizá te puede regalar algunos puntos, así que he intentado ser sólida. He querido no ser yo la que arriesgue tanto, sino que he dejado que lo hiciera ella. He tenido más precaución, he sabido controlar”, apreciaba Muguruza, menos tensa que en los prolegómenos del torneo, con un bidón proteínico a su lado mientras charlaba en un apartado con los tres periodistas españoles desplazados a Singapur.

Garbiñe ya no es aquella Garbiñe. No se atropella a sí misma, piensa más y mejor. Ya no entra al trapo e impone su idea

“Ahora, si no me sale algo, me digo: Garbiñe, no seas burra…”, continuaba la número dos del mundo; "ella toma muchos riesgos, aunque a veces hace cosas increíbles... Lo pega absolutamente todo: bolas altas, bolas bajas, lo que sea. Es muy del este esta chica, por su forma de juego. Yo nunca he jugado tan a lo loco, de un modo tan extremo. Vengo de España, de esa escuela de meter la pelota… Mi tenis ha cambiado mucho, porque ha pasado de ser más defensivo a con el tiempo ser cada vez más ofensivo. Ahora trato de combinar eso".

Este domingo procedía linealidad y mesura, el ir haciendo bien las cosas y conteniendo el espíritu ardiente de la letona. Esta empujó y empujó, e incluso le rompió tres veces el servicio –la mancha estuvo ahí: solo un 29% de recompensa con los segundos saques–, pero fue cediendo terreno en favor de los nervios y desdibujándose. Discontinuidad absoluta. Miraba a su banquillo como si allí fuera a encontrar una explicación y su expresividad negativa fue creciendo: cachetazo al muslo, improperio al aire, amago de raquetazo. Subida, bajada… y, claro, los mareos.

El primer parcial tuvo color, relativa igualdad, pero Muguruza dosificó bien la distancia con la debutante. En el segundo, mientras, hubo más vaivén, del 4-1 al 5-4; sin embargo, en ningún momento dio la sensación de que Ostapenko pudiera cambiar el rumbo de su destino. Garbiñe, la Garbiñe centrada de este presente, ya no es aquella Garbiñe, y a su adversaria todavía le queda mucho margen de crecimiento. Como ya hiciera en París, la letona promete emociones fuertes, pero Muguruza estableció en Singapur el principio de la jerarquía. Venció a base de cabeza, cabeza y más cabeza.

RESULTADOS, PROGRAMA Y GRUPOS

RESULTADOS del domingo 22:

Karolina Pliskova, doble 6-2 a Venus Williams.
Garbiñe Muguruza, 6-3 y 6-4 a Jelena Ostapenko.

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PROGRAMA del lunes 23 (Teledeporte emite los partidos):

13.30:
Simona Halep - Caroline Garcia
A continuación: Elina Svitolina - Caroline Wozniacki

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GRUPOS del Masters de Singapur 2017:

Grupo Rojo:
Simona Halep (RUM), Elina Svitolina (UCR), Caroline Wozniacki (DIN) y Caroline Garcia (FRA).

Grupo Blanco: Garbiñe Muguruza (ESP), Karolina Pliskova (RCH), Venus Williams (USA) y Jelena Ostapenko (LET).

* Acceden a las semifinales las dos primeras de cada bloque.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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