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El arte brujo de Jólmov

Una partida electrizante y bellísima de un astro soviético casi desconocido fuera del telón de acero

Leontxo García

Servir como marinero en la Armada soviética durante la Segunda Guerra Mundial en el Mar Ártico cuando era muy joven marcó probablemente la vida de Ratmir Jólmov (mal transcrito en español como Kholmov; 1925-2006). Se supone que era conocedor de secretos militares, y por eso no jugó torneo alguno más allá del telón de acero durante sus mejores años como ajedrecista. A pesar de ello, se le considera como uno de los diez mejores del mundo en 1960 (Chessmetrics).

Y hay datos de mucho peso para sostener que hubiera sido una gran estrella de haber viajado libremente. Ganó a Petrosián, Spassky, Fischer y Kaspárov. Participó en 16 finales del Campeonato de la URSS (fue subcampeón en 1963) con una puntuación media superior al 50%, algo que sólo podía lograr un jugador de primera fila mundial. Compitió prácticamente hasta su muerte con buenos resultados. Se le consideraba excelso en el contraataque, pero también firmó obras de arte del ataque, como la joya que glosa este vídeo (en Tiflis, 1959), una de las mayores palizas que recibió Paul Keres en toda su carrera.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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