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¿Necesito realmente un ‘smartwatch’?

Qué aporta y qué no uno de los dispositivos más vendidos

Reloj inteligente de Fitbit. En vídeo, características de los smartwatch.Vídeo: Fitbit.
José Mendiola Zuriarrain

La gente los contempla con curiosidad y cada vez son más las muñecas que lucen un smartwatch. Los relojes inteligentes son lo último tras la inagotable crecimiento de los móviles, pero con esta pequeña joya de la tecnología sucede algo inesperado: el grueso de los compradores no saben, a ciencia cierta, para qué sirven realmente. Sí, uno puede leerse de cabo a rabo la hoja de especificaciones y repasarse decenas de análisis en la web, pero siempre queda la duda de saber si el dispositivo aportará algo o no en nuestro día a día, y no hablamos precisamente de una inversión baladí (los hay desde 40 euros hasta 400, en el caso por ejemplo de algunos de los Apple Watch).

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Qué es y qué no es

¿Qué es exactamente un smartwatch? Sería muy simplista limitar su definición como “reloj” puesto que las posibilidades de este dispositivo van mucho más allá, y para terminar de confundir al mercado, los relojes inteligentes ‘nadan’ entre dos aguas en lo que toca a categorías: los dispositivos deportivos y los smartwatch en sí. Se trata de una división no establecida y cuyas fronteras, además, están siendo difuminadas. Digamos que los fabricantes han abordado este producto desde dos perspectivas diferentes: por un lado, las marcas dedicadas a crear accesorios deportivos, y por otro, los fabricantes de dispositivos tecnológicos.

Desde esta división, es fácil identificar a los actores: Fitbit, Garmin y demás entre los primeros, y Apple, Samsung o Xiaomi entre los segundos. Ambos están arrimando posiciones y sus productos cumplen funciones similares. Así las cosas ¿qué puede esperar el comprador de un reloj inteligente? Una buena definición del producto podría ser esta: un smartwatch es una extensión de buena parte de las funciones del móvil en la muñeca, incorporando además, funciones relacionadas con la salud. Bajo esta premisa, el poseedor de un dispositivo de estas características recibirá notificaciones, podrá contestar a mensajes o incluso efectuar llamadas (dependiendo del dispositivo), pero además, contará con información muy precisa relacionada con su actividad física.

¿Qué me aporta realmente?

Dentro de la variada oferta, no se puede negar que el Apple Watch es el dispositivo que lleva la batuta de este segmento y se trata, junto con la variada gama Gear de Samsung, del producto que ofrece más prestaciones. El usuario de un reloj de estas características pronto se encontrará con que el grueso de las notificaciones las recibe en la muñeca y no es necesario sacar el móvil del bolsillo. Con el tiempo y la costumbre, comenzará a responder a mensajes desde la misma muñeca (estos equipos cuentan con respuestas programadas o los infalibles emoticonos); pero estas maravillas de la tecnología van seduciendo poco a poco al usuario y pronto se encontrará respondiendo a llamadas de viva voz mientras cocina.

No son pocos los propietarios del Apple Watch que dejan sus iPhone sobre la mesa en casa o el despacho, y permanecen conectados gracias a sus relojes. Pero más allá de facilitar una separación del smartphone, los relojes se van convirtiendo cada vez más en una potente herramienta contra el sedentarismo y a favor de la vida sana: los smartwatch miden a la perfección la actividad física (kilómetros caminados, horas de pie y la calidad del sueño). Si uno lleva demasiado tiempo sentado, el reloj le alerta que puede ser buena idea ponerse de pie.

En la última actualización de WatchOS (la plataforma que mueve el reloj de Apple), se incentiva al usuario a que vaya cerrando unos círculos de actividad para cumplir sus propios objetivos. Se puede, además, compartir estos logros con amigos o familiares y ver cómo llevan su día. Puede parecer algo trivial pero esta gamificación logra incentivar y a la postre ser más activos. ¿Merece la pena un smartwatch entonces? Sin dudarlo, para quien sepa sacar provecho de todo su potencial. Todo resultará mucho más cómodo y se podrá ganar en salud ¿No era este el propósito final de la tecnología en definitiva?

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Sobre la firma

José Mendiola Zuriarrain
Es colaborador en la sección de Tecnología de EL PAíS. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto, escribe desde 2007 sobre nuevas tendencias y tecnología.

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