La segunda vida de las supermodelos de los noventa

Se abre el telón y aparecen Carla, Claudia, Naomi, Cindy, y Helena (a veces, los apellidos sobran) subidas en pedestales, vestidas de lamé dorado, luciendo piernas y melena de glamazonas y cimbreándose por la pasarela al son del Freedom de George Michael mientras cientos de teléfonos enloquecen. No es un acertijo, sino el resumen del final de desfile más memorable que la industria de la moda ha visto en mucho tiempo. Donatella Versace convocó a cinco de las primeras tops, incluida una ex primera dama francesa (aunque muchos se preguntaron por qué no estaban Linda Evangelista o Christy Turlington, que también cerraron el desfile de Versace de 1991 al que éste remitía), para rematar un espectáculo deliberadamente nostálgico que rindió homenaje al legado de su hermano Gianni, asesinado hace 20 años y a quien se atribuye la creación del concepto de supermodelos.

Donatella no fue la única. Virgil Abloh, de la firma Off-White y diseñador de culto de la generación Z, eligió a Naomi Campbell para cerrar la presentación de su colección de primavera 2018, que también rendía tributo a un icono fallecido hace 20 años: la princesa Diana. No hay dos sin tres; Olivier Rousteing, director creativo de Balmain y maestro de la viralidad, invitó a su desfile a varias modelos que comenzaron en los noventa, aunque reinaron en los 2000: Natalia Vodianova, Alessandra Ambrosio o Karolina Kurkova eran solo tres de ellas.

En la temporada que se suponía que iba a ser —y también lo ha sido— la de la explosión de Kaia Gerber (la hija de 16 años de Crawford), que la reunión sorpresa de su madre y sus amigas haya roto Internet es indicativo de dos cosas: que pocas cosas gustan tanto a la moda como un buen #throwback, y que, en tiempos de influencers e instamodelos, las supermodelos originales, algunas con los 50 ya cumplidos, aún tienen mucho que decir.

Así razonó también Juan Duyos al plantearse el casting de su desfile de otoño-invierno de 2017 en la última Mercedes-Benz Fashion Week. En vez de fijarse en cifras de seguidores, el diseñador llamó a 10 de sus grandes musas y amigas, modelos españolas tan veneradas como Nieves Álvarez, Helena Barquilla, Vanesa Lorenzo o Cristina Piaget, para celebrar con ellas los 20 años de su marca.

“Con cada una de ellas he vivido momentos inolvidables a lo largo de mi carrera. Me hicieron el mejor regalo de aniversario y todas me comentaron que para ellas también fue un regalo subir de nuevo a la pasarela. Nunca se habían juntado todas en un mismo desfile y se creó un clima y una complicidad increíbles”, explica el diseñador. Un gesto con el que también pretendía rendir tributo a las profesionales de aquella época. “Ellas van a quedar siempre como un mito. En los noventa se apropiaron del glamour de las estrellas del cine y es un fenómeno que no se ha vuelto a repetir. Los instagrammers, influencers, etcétera, dudo que lleguen a eso. Se mueven en un entorno mediocre, demasiado mercantilizado, dirigido a desproveerles de auténtica personalidad para adueñarse de su imagen en lugar de ensalzarla”.

Pero no es el único caso en España. Nieves Álvarez, Judit Mascó y Ariadne Artiles fueron las protagonistas de la moda de baño de El Corte Inglés el pasado verano.

De entre las tops de los noventa, pocas llevan una vida tan activa como Claudia Schiffer, que acaba de presentar un libro editado por Rizzoli que recoge los grandes momentos de sus 30 años de carrera, ha firmado una colaboración con la firma de zapatos Aquazzura, ha lanzado una colección de maquillaje y es productora ejecutiva de Kingsman: El círculo dorado, la última película de su marido. “Cuando Claudia apareció en escena fue como si saliera el sol, y aún sigue brillando”, escribe sobre ella Karl Lagerfeld en el libro. Dicho de otra manera: Kaia Gerber o Gigi Hadid serán las chicas del momento, pero las verdaderas supermodelos son eternas.