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LaLiga Santander jornada 4
Atlético
Atlético
Griezmann 60'
1 0
Finalizado
Málaga
Málaga

El Atlético gana en el Wanda como en el Calderón

Los rojiblancos ganan 1-0 al Málaga en el estreno de su nuevo estadio con un gol de Griezmann y una actuación soberbia de Oblak

FOTO: Griezmann celebra el gol del Atlético. / VÍDEO: Un nuevo hogar para los atléticos.Vídeo: Ballesteros (EFE) / EPV
Ladislao J. Moñino

Un estadio cambia, el fútbol, no. Un coliseo nuevo, reluciente, teñido de rojo, desprendiendo aires de infierno desde el color rojizo que transmiten las gradas y la iluminación que cuelga de la espectacular cubierta. Un escenario que trasladaba una extraña sensación de final europea por su lustroso y moderno aspecto y por la falta de costumbre. Y en la hierba, la pelota que no miente ante una alineación austera. Otra vez los cuatro mediocentros. Saúl, Thomas, Gabi y Koke, la fórmula de la solidez, jugando en casa, contra un rival que era muy consciente de esos problemas que le suelen aparecer al Atlético cuando el rival le cede el campo para que piense desde la tenencia del balón. La apuesta inicial de Simeone no fue acorde con la fiesta de la hinchada por estrenar su nueva casa.

Faltaba cintura y sobraba músculo y pizarra. Por momentos, el partido fue un ejercicio de costumbrismo extrapolado del Calderón al Wanda Metropolitano. Los mismos cánticos, incluido el himno del Manzanares, y el mismo juego plomizo y previsible bajo la moderna y nueva carcasa que envuelve al terreno de juego.Solo cuando Simeone rectificó sentando a Thomas para dar entrada a Carrasco en el inicio del segundo tiempo el Atlético fue ambicioso, desde la alineación y desde el juego. Correa, con una maniobra ratonil y un centro, reivindicó que contra lo previsible, el arte del engaño, el regate. El del menudo delantero argentino, ensamblando con un pase al primer palo le valió a Griezmann para ser el primer goleador del Wanda Metroplitano y para entrar en la historia por abrir el camino hacia la primera victoria en el nuevo domicilio.

Con ese once reservón, el Atlético tuvo que pelar y pelear el partido ante el Málaga, bien plantado, con Borja Bástón como único estilete y el resto del bloque, granítico, dedicado a tapar los espacios por dentro, donde naufragaban Koke y Saúl al ritmo cansino de las circulaciones que iniciaban Thomas y Gabi. El capitán fue el único que acertó a resquebrajar al Málaga con un pase filtrado a Juanfran. El centro atrás de este, rematado por Koke llegando desde atrás, fue interceptado por un defensa del Málaga. Esa fue la acción más brillante del Atlético en el primer tiempo. Demasiado poco para una cita tan especial. Solo unas pinceladas de Correa, con caño a Rosalales incluido, fueron dignas de un estreno tan especial. Fue el menudo delantero argentino el primero en probar las manos de Roberto. ¡En el minuto 44! Poco antes, el fútbol pudo ser muy cruel con el Atlético, que a punto estuvo de encajar un gol a la contra. Borja Bastón tuvo en sus botas poder ejecutar a los rojiblancos con su histórica arma. En la medida que el Málaga desarrollaba la contra, crecía la tensión en la hinchada rojiblanca ante la posibilidad de que fuera un visitante el primero en reventar las redes del estadio. Lo evitó Oblak tapando con el cuerpo su intento de picada. De nuevo, Oblak, de nuevo, en el Metropolitano como en el Calderón.

El Atlético fue otra cosa tras la salida de la caseta. Tenía otra pinta con más afilada con Carrasco a la izquierda, más acorde con lo que demandaba el partido y con la ambición de un aspirante. La presencia de Saúl en el medio también le da otro aire al equipo. Su crecimiento físico y con la pelota comienza a degenerar en despilfarro cuando juega en un costado.

Declaraciones de los entrenadores tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

Al par de minutos de la reanudación, el belga ya había bailado dos veces por su costado. Suya fue también una jugada de caracoleos trastabillados que acabó con Koke estampando el balón de puntera contra el pecho del Roberto. También suyo fue un disparo duro y centrado que el meta del Málaga desvió a córner con las manos dobladas. Al poco vino esa jugada de Correa, cuyo desmarque en el costado atisbó bien Juanfran. A su centro acudió el grisáceo Griezmann para culminar por fin el estreno del recinto con un gol. No hubo más. Se marchó Correa y entró Fernando Torres. La hinchada aclamó al ídolo y apreció su esfuerzo por recuperar balones que había perdido previamente. En la banda, Simeone, el otro tótem, trataba de activar la coreografía de aspavientos que incendiaba hasta el río Manzanares. De nuevo, las escenas del Calderón en el este nuevo Meropolitano. De, nuevo un 1-0. De nuevo, Griezmann y Oblak. Y de nuevo, ese viejo sufrimiento en ese remate de Rolán que atajó el meta esloveno. Un estadio cambia, el fútbol no. Bueno, con Correa y Carrasco y un mediocentro menos, sí.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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