El Sevilla engrasa la maquinaria ante el Eibar

El segundo gol del Sevilla al Eibar alimenta, sin duda, la idea que Berizzo quiere de su equipo. Un tanto precioso, con toque, elaboración y definición. Obra de Ben Yedder, delantero que jugó a gran nivel. Junto a él, brilló con luz propia Sarabia, que actuó de interior para sobreponerse a las dudas iniciales y cuajar una gran actuación. El Sevilla, que en el primer tiempo no apretó, se soltó en un segundo tiempo espléndido, que sacó a relucir la amplitud y calidad de su plantilla. Una sinfonía completa que desmanteló al Eibar, cumplidor en el primer acto, superado de cabo a rabo en el segundo por la vitalidad del Sevilla.

Poco a poco, midiendo los esfuerzos, el conjunto de Berizzo acabó por destrozar a su rival. Los dos últimos goles ante el Eibar dicen mucho, además, de las posibilidades reales de un plantel que promete mucho en sus prestaciones en ataque. Futbolistas como Ben Yedder, Navas, Nolito, Sarabia o incluso Ganso rindieron a un nivel excelente. La imagen, sin duda, fue mucho mejor que la ofrecida frente a Espanyol y Getafe en este inicio liguero. Y todo sin el concurso de futbolistas como Kjaer, Pizarro, Banega o Muriel. El duelo de Liga de Campeones, en Liverpool, el próximo miércoles, medirá de nuevo el potencial de este Sevilla.

Anda el conjunto de Berizzo en pleno periodo de construcción. En este camino, el equipo andaluz asoma con cierta tibieza en partidos como el que le enfrentó al Eibar, de mucho trabajo, de una estimable exigencia ante lo bien organizado que está el grupo de Mendilibar. Y el Sevilla, con la mente puesta en su estreno en la Liga de Campeones, el miércoles, en Liverpool, lo mismo desespera por su falta de continuidad en el juego, con problemas en la creación, que se desmelena en dos o tres acciones de calidad para pasar por encima del Eibar. Es lo que tiene contar con una plantilla de buenas prestaciones mientras se fabrica un estilo colectivo. En Nervión, con mucho calor, el Sevilla fue mejor que el Eibar en un primer tiempo donde gozó de hasta tres clarísimas ocasiones de gol. Es probable que no fueran fruto de un dominio en el juego, pero sí de la incuestionable calidad de sus jugadores. Contando, además, que piezas como las Muriel, Banega, Kjaer o Pizarro fueron reservadas, por uno u otro motivo, para la batalla de Anfield.

Ganso, un futbolista singular, pues puede ser perjudicial para su equipo hasta que le brota la magia, le dio un pase de gol a Ben Yedder y el delantero remató al palo. El propio Ben Yedder tuvo otra clarísima opción para marcar. Y también Nolito, tras una obra de arte de Sarabia. Son tantos los elementos de calidad en el club andaluz que el gol podía llegar en cualquier momento. Sin hacer un buen encuentro, el Sevilla merecía más ante un Eibar muy plano. El conjunto vasco, bien colocado y atento en la presión, apenas ofrecía sensación de peligro. Uno de sus estiletes, Iván Alejo, tomó además el camino del vestuario después de doblarse la rodilla en una acción poco antes del descanso con aspecto de lesión grave.

El segundo tiempo del Sevilla fue modélico. Apretó de inicio para adelantarse en el marcador en una gran acción de Nolito con Ganso, bajó luego el ritmo controlando en todo el momento el juego frente a un Eibar superado para acabar haciendo dos goles más de bellísima factura. N’Zonzi, dueño y señor de su zona, conectó de manera estupenda con Sarabia, que se hartó de dar buenos pases haciendo pareja con el francés y hasta con Ganso, que se animó mucho en este buen segundo acto del conjunto andaluz. Ben Yedder, un delantero que siempre está, marcó bajo palos después de un centro de Sarabia. La jugada había quebrado el sistema defensivo de un Eibar que se rindió y que apenas gozó de ocasiones. Se conformó con un papel menor, incapaz de hacerle frente a un contrincante muy superior.

Con el choque resuelto, Berizzo hizo debutar al alemán Geis, el último fichaje del cuadro andaluz. Para que la fiesta fuera completa, otro fichaje, Corchia, le regaló el tercero a Nolito. Siete puntos y en ascenso. El Sevilla engrasa la maquinaria.