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La ‘it girl’ que convirtió su blog en un negocio millonario

Chiara Ferragni asegura que el éxito de la empresa que creó alrededor de su imagen radica en su credibilidad

Chiara Ferragni, en el desfile de Calzedonia Legs Show en Verona.Vídeo: Venturelli (Getty Images) / epv
Andrea Morales Polanco

La mayor influencer del mundo salió de un trabajo universitario. Chiara Ferragni (Cremona, Italia, 1987) solo quería compartir sus fotos y su exnovio —actual consejero delegado de su empresa— Riccardo Pozzoli necesitaba encontrar un proyecto de negocio para una asignatura.

Así surgió The Blonde Salad, el primer blog de moda que logró rentabilizarse por sí mismo y que creó un nuevo nicho de mercado: el de las blogueras/influencers. “Me enorgullezco de ver todo lo que hemos logrado. Cuando comenzamos no teníamos nada”, dice sonriente.

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Habla en plural. Lo que comenzó como un blog personal en el que compartía sus looks es hoy un imperio que cotiza a ocho millones de euros y emplea a 26 personas [20 en The Blond Salad y 6 para su firma. Aunque "colaboran más"]. Dentro del universo Chiara hay una línea de zapatos, un portal de ecommerce y, por supuesto, campañas publicitarias. Pero, sobre todo, un equipo. “Decidí rodearme de gente competente, que no solo organiza mis días, también me ayuda con ideas. Tomamos decisiones sobre trabajo juntos”, reconoce en una entrevista con EL PAÍS mientras con un vistazo discreto mira a su jefe de prensa. No solo es una mirada de camaradería, también busca su aprobación. Él vigila el tiempo y las preguntas —está prohibido cuestionarle sobre su futura boda con el cantante italiano Fedez y su vida privada— ella sin embargo es una máquina perfecta para responder. Es hábil y va al grano, pero sobre todo es una profesional de las relaciones públicas. Y es que vive de ello.

Sus 10,2 millones de seguidores en Instagram, los 1,2 millones de fans en Facebook y las más de 500,000 visitas únicas en su web cada mes la han convertido en una celebridad. “Todo surgió de forma muy natural. De pronto las marcas se empezaron a fijar en lo que yo hacía y fueron ellas las que me buscaron a mí. No al revés”, recuerda. Y es que parte del éxito de su carrera radica en la relación de confianza que ha creado con sus seguidores. “La credibilidad lo es todo para mí”. Justo es esa característica la que la sigue posicionando como la madre de todas las influencers. La diferencia entre ella y muchas de las demás es obvia: Ferragni no solo vende un estilo de vida, Ferragni se lo cree. “Nunca sería imagen o haría promoción de algo que yo conozco solo por el dinero. Básicamente porque tiraría a la basura mi credibilidad y eso es algo que no se puede comprar”, añade quien deja claro que no toda la ropa que luce en sus imágenes es regalada. “A mí no me pagan por todo lo que publico en mis redes. No todo es publicidad”. Hoy por hoy Ferragni, instalada en Los Ángeles, también se da el lujo de no subir fotos a diario, ella ya juega en otras ligas. "Cuando me siento cansada o simplemente no estoy interesada en algo no lo hago. Ya no pasa nada si han pasado 10 horas y no he publicado algo. Ya no tengo tanta presión como antes".

La también diseñadora define su trabajo como “ser fuente de inspiración”. “Quiero que la gente encuentre en mis redes diferentes lugares, restaurantes, tendencias, marcas y experiencias. Se trata de compartir”, recalca alguien que es considerada por una legión de seguidoras como un icono a seguir. “No tengo reglas de moda. Se trata de vestir algo que te haga sentir plena. Te debes sentir segura, fuerte y orgullosa de quien eres. La ropa puede ayudar a empoderarnos. Es una ecuación sencilla, si te sientes bien lo reflejarás”, sentencia desde Verona, donde acudió el pasado martes como invitada especial al desfile de otoño-invierno de Calzedonia. “Por cierto, las medias de rejillas me encantan”, suelta entre risas.

Objeto de estudio

Asegura que su fórmula para alcanzar el éxito consiste en ser natural y en “la iluminación”. “El mejor selfie es una cuestión de iluminación. Claro que se necesita un buen maquillaje, pero la luz es lo más importante”. Un recorrido por sus redes sociales evidencia que pone en práctica ambas cosas. “Comencé tomando fotos, así aprendí la importancia de la luz”. En su historia parece que nada ha sido casualidad.

Así lo demostró también un estudio que en 2015 realizó la escuela de negocios de Harvard sobre el fenómeno de su blog. La profesora encargada del informe, Anat Keinan, dijo de ella: “No solo fue creativa, sino que supo monetizar su blog y convertirlo en un negocio multimillonario. Y una de las razones de su triunfo es su habilidad para ser rentable y servir de inspiración al mismo tiempo”.

Ferragni también fue la primera bloguera —aunque ahora prefiere que la llamen influencer— que ocupó una portada de Vogue, para su edición española en 2015, ha estado dos veces en la lista de “30 creativos menores de 30” de la revista Forbes, su marca Chiara Ferragni Collection —línea de calzado, mochilas, sudaderas— se vende en más de 21 ciudades y este julio inauguró su primera tienda en Milán. Según The Business Of Fashion, la firma proyecta que para 2019 tengan 14 boutiques en todo el mundo.

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