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Un terremoto en la isla italiana de Ischia causa al menos dos muertos

Los equipos de bomberos han rescatado con vida a tres menores enterrados bajo los escombros de Casamicciola

Bomberos y servicios de emergencia tras el terremoto en Italia.Foto: atlas | Vídeo: STRINGER (REUTERS) / ATLAS

Un terremoto sacudió durante la noche del lunes la isla italiana de Ischia, con un balance provisional de dos muertos y más de 40 heridos. Los bomberos trabajaron 16 horas para rescatar a tres hermanos de siete meses, ocho y 11 años, que se habían quedado atrapados bajo los escombros de su casa, en la localidad de Casamicciola, en el norte de la isla. El más pequeño fue el primero en ser extraído vivo sobre las cuatro de la madrugada. Las cadenas de televisión transmitieron en directo las labores de rescate, hasta que los otros dos menores fueron sacados entre aplausos de los presentes y la emoción de los familiares. El padre contó en la Rai1 que en el momento de la sacudida, el bebé se encontraba en su cuna en la cocina, mientras que sus otros hijos estaban jugando en su habitación a los pies de una litera. Eso fue lo que les salvó, porque al caer la estructura les protegió y dejó aire a su alrededor.

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A las 20.57 del lunes, un seísmo sacudió la isla italiana, famosa localidad termal y de veraneo frente a las costas de Nápoles. La tierra tembló durante 14 segundos, con un epicentro localizado a unos 10 kilómetros de la isla. Al principio, el Instituto de geología y vulcanología italiano había calculado una magnitud de 3,6 en la escala Richter. Sin embargo, tras nuevos controles y averiguaciones, elevó la intensidad a una magnitud de 4.

La localidad más afectada es Casamicciola, justamente donde vivían los niños atrapados, en el norte de Ischia. Allí se han registrado la mayoría de los derrumbes —alrededor de 2.000 personas tuvieron que dejar su vivienda, según Protección Civil— y allí se registraron las dos víctimas mortales del enésimo sismo que sacude Italia. Se trata de dos mujeres: una fue sepultada por los escombros de una iglesia que se vino parcialmente abajo; la otra se quedó atrapada bajo los restos de su vivienda.

A casi un año del terremoto que dejó 299 muertos en la Italia central, Ischia recuerda al país entero su fragilidad. “Es alucinante fallecer en un terremoto de tan solo 4 grados - se indigna el geólogo Mario Tozzi - En ningún país civilizado hay gente muriéndose por un temblor tan leve. A estas dos mujeres no las mató el seísmo, sino la ignorancia, la codicia y la falta de memoria de quien construye donde no debería”, denuncia el experto. Los terremotos no son nada raros en Ischia. El más grave, con una magnitud de 5,8 dejó más de 2.000 muertos en 1883.

Desde entonces se ha construido sin control y sin parar: con una superficie de 46 kilómetros cuadrados, Ischia es la tercera isla más poblada de Italia, tras Sicilia y Cerdeña. Cuenta con más de 60.000 residentes y llega a rozar las 250.000 personas en verano. Algo que enfurece a los geólogos: “Ischia - sigue Tozzi - reúne en sí todas las fragilidades italianas: alto riesgo hidrogeológico, alto riesgo sísmico y además es un volcán aún activo. Sin embargo, fue edificada como si se tratara del territorio más estable del planeta”.

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“Ischia es el símbolo nacional de los abusos edilicios", argumenta Michele Buonomo, presidente regional de la asociación ambientalista Legambiente, que cada año redacta un estudio sobre el tema. El de 2017, difundido hace apenas dos meses, denuncia que “hay más de 600 viviendas construidas ilegalmente y que deberían ser desmanteladas. En los últimos 30 años se tramitaron 27.000 peticiones para sanear locales edificados sin permiso”.

Una marea de cemento salvaje y descontrolado que sofoca la isla más grande del golfo de Nápoles. “Una casa es ilegal", explica Buonomo, "porque se construye en zonas donde está prohibido por ser inestables y porque se construye mal. A menudo se contratan empresas vinculadas con la criminalidad organizada que utilizan materiales no adecuados y construyen sin esperar permisos y sin respetar las más básicas normas estáticas. Una vivienda abusiva representa un riesgo para quien la ocupa y una grave alteración del equilibrio de todo el entorno”, explica Buonomo, que con su asociación lleva décadas denunciando que “los administradores locales no solo se resisten a demolir los abusos, sino que los siguen saneando”.

“Las conexiones entre los daños provocados por el seísmo y los abusos edilicios son inexistentes”, escriben en una nota conjunta los alcaldes de los seis ayuntamientos de Ischia, defendiéndose de las críticas. Según los administradores “se derrumbaron sobre todo las estructuras más antiguas, entre ellas una iglesia destruida en el terremoto de 1883 y reconstruida después”.

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