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Bélgica preguntó a España si el imán de Ripoll tenía lazos con el terrorismo

Un imán local alertó a las autoridades sobre el comportamiento sospechoso de Abdelbaki es Satty

Vivienda del imán Abdelbaki es Satty, en Ripoll.

Las autoridades de Bélgica preguntaron a un cuerpo de la policía española en 2016 si el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki es Satty, tenía vínculos con el terrorismo islamista, tras sospechar de su comportamiento en la ciudad de Vilvoorde, según ha confirmado a EL PAÍS el alcalde de la ciudad, Hans Bonte. El mensaje, que según Bonte fue contestado con una negativa el 8 de marzo de 2016, constituye el mayor indicio conocido que hubiera podido poner a los investigadores antiterroristas sobre la pista del líder de la célula que atentó la semana pasada en Barcelona y Cambrils (Tarragona). Ningún cuerpo policial en España aclaró este martes el contenido de esa comunicación.

Las policías de Bélgica y España han declinado ofrecer a este diario detalles sobre el caso, alegando que “Es Satty no contaba con antecedentes sospechosos” y que tienen por norma “no difundir información de inteligencia sensible”.

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Vilvoorde ha sido en los últimos años un foco de yihadismo en la Unión Europea. Situada en la periferia de Bruselas, de esta ciudad de 40.000 habitantes partieron entre 2011 y 2014 28 jóvenes a luchar en Siria. “Tuvimos graves problemas de radicalismo”, admite el alcalde. “Pero desde 2014 hemos tomado el control del problema y puesto en marcha mecanismos de antirradicalización que ahora se han mostrado efectivos”, añade Bonte.

A Vilvoorde llegó Es Satty en enero del año pasado y pronto despertó recelos entre otros fieles por su comportamiento. Uno de ellos, responsable de la mezquita de Diegem (localidad vecina de Vilvoorde), alertó a las autoridades. “Se presentó de repente y dijo que quería ser imán porque en España no tenía futuro”, explica el alcalde de Vilvoorde, Hans Bonte.

“La policía local y los responsables antirradicalización buscaron toda la información que pudieron y contactaron con los servicios de inteligencia”, añade el alcalde. El Ayuntamiento destaca que “hubo muchos contactos desde la Policía Federal y la de Vilvoorde con fuerzas de seguridad de Barcelona”, aunque tampoco quiere precisar con qué cuerpo policial —Mossos d’Esquadra, Policía Nacional o Guardia Civil— hubo el intercambio de comunicaciones.

Célula en Vilanova

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Fuentes de la lucha antiterrorista afirman que “no existe ningún informe ni diligencia” que vincule a Es Satty con el terrorismo islamista. En 2006, cuando fue desarticulada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) una peligrosa célula que enviaba a terroristas a Irak, su nombre salió relacionado con varios de los detenidos, uno de los cuales era su primo. “Pero no se encontró ningún vínculo entre él y las actividades criminales del grupo”, insisten estas fuentes.

En los últimos años, sin embargo, el imán había adoptado cambios considerados por todos los expertos como indicios de radicalización, como dar un giro religioso a su vida tras pasar por la cárcel (donde estuvo entre 2010 y 2014 por tráfico de hachís). Su regreso a Vilanova i la Geltrú, donde había estado en contacto con los terroristas ocho años antes, también resulta llamativo a estas fuentes.

“Los procesos de radicalización en la cárcel son un fenómeno conocido”, explica Jordi Moreras, experto en islamismo y profesor de Antropología en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. “Aunque pudo no ser detectado en el interior, sí tuvo que llamar la atención que alguien con su pasado saliera de prisión convertido en una persona religiosa. Y mucho más en un lugar como Vilanova, con todos los antecedentes que había”, añade Moreras.

Un hombre nuevo tras salir de la cárcel

Abdelbaki es Satty salió en 2014 de la cárcel de Castellón, donde había cumplido una pena de cuatro años por tráfico de hachís. Era un hombre nuevo, muy religioso y completamente alejado del mundo de trapicheo de chatarra y droga en el que había vivido hasta 2010, época en la que vivió en su mayor parte en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Youseff Aghbalou, presidente de la Asociación Cultural Islámica de la ciudad, negó este martes que Es Satty regresara a Vilanova tras salir de prisión. Este martes se reunió con los Mossos d’Esquadra, que, según su versión, le preguntaron por el pasado del imán fallecido antes de su detención en 2010.

Los meses sobre los que menos se sabe de su vida son los transcurridos desde que recuperó la libertad hasta que viajó a Bélgica, presumiblemente en enero de 2016. Es Satty pasó tres meses en el país, que abandonó —casualmente y sin que haya sido relacionado con ellos— en fechas cercanas al atentado de Bruselas de marzo de ese año.

Otro experto en el islam en Cataluña, que pide el anonimato por ocupar un cargo político, destaca que las alarmas tendrían que haber saltado con más motivo a la llegada de Es Satty a Ripoll. “Ya no solo había pasado por la cárcel y había cambiado de vida, sino que había viajado a uno de los focos europeos del yihadismo y venía convertido en imán”, destaca.

En Ripoll, Es Satty pasó a dirigir una comunidad de creación reciente, otro proceso que llama la atención de los servicios de información, expertos y responsables de asuntos religiosos de la Generalitat. “Cada nueva mezquita es un mundo a estudiar. Hay que saber quién la dirige, quién promovió su creación, quiénes son sus fieles, qué se dice en ella...”, coinciden en señalar estas fuentes y un agente de la lucha antiterrorista.

Aunque los Mossos d’Esquadra realizaron en Ripoll labores rutinarias de información —contactos con la comunidad islámica, entrevistas...—, nada llamó la atención sobre el comportamiento del imán. Otro hecho revela que tampoco se prestó demasiada relevancia al potencial de riesgo de Es Satty ni a su pasado. Algunos fieles han lamentado estos días que no se les informara de que el imán que dirigía su comunidad había salido de la cárcel por tráfico de drogas hacía solo tres años, algo que le hubiera inhabilitado para ejercer esa función.

“Todo eso no hubiera ocurrido en otras mezquitas conocidas por la presencia salafista, como en el Campo de Tarragona y Salt. Ahí la vigilancia es mucho más estrecha y la presencia de todos los cuerpos de seguridad en labores de información mucho más intensa”, afirma Moreras.

Fuentes de la policía catalana admiten que “Ripoll no ha sido hasta ahora una zona que esté en el radar por riesgo islamistas”. “Se está encima de todo el territorio, pero es cierto que hay determinadas zonas calientes en las que se ha hecho un trabajo intensivo de información, mientras hay otras que podemos considerar más frías”.

Marginalidad

Todas las fuentes consultadas destacan la juventud de los miembros de la célula de Ripoll y otro hecho vinculado a ella que ha acabado resultando “muy relevante” en el caso. “Es frecuente que antes de la radicalización exista un proceso previo, por el que la persona entra en un mundo de marginalidad y pequeña delincuencia. Esto le puede llevar a la cárcel y mina sus referentes. Entonces, es más fácil que dé el salto que le acabará llevando al terrorismo”, explica Moreras. “Pero en Ripoll casi todos los miembros del grupo son demasiado jóvenes y no han pasado por eso. Es como si se hubieran saltado una etapa. Y eso es algo muy destacable y novedoso”, añade.

Fuentes policiales comparten este criterio. “Las labores de información no se centran en el individuo como algo aislado, sino también tiene importancia el entorno. Y en Ripoll, si dejamos el pasado del imán a parte, no parecía haber ningún indicio de lo que ocurría”, explican estas fuentes.

“Es verdad que algunos de los integrantes de la célula podían ser chicos malos, pero no eran delincuentes. Podía haber problemas puntuales, pero no una fractura social o grupos que se movieran aislados. Eran jóvenes que habían crecido en el pueblo y ahí, teniendo en cuenta su juventud y trayectoria, no había nada que hiciera pensar en el proceso que estaba en marcha”.

Otras fuentes de la policía catalana destacan “la astucia” del imán. “Se guardó muy bien de lanzar mensajes radicales en las oraciones. Más bien parece que las utilizaba para observar a los fieles y detectar a aquellos sobre los que pudiera influir, especialmente los más jóvenes. Algo que, en todo caso, realizó siempre en otros espacios y momentos, a espaldas de los propios líderes de la comunidad”.

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