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Tentaciones
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lo que hay que ver

Acuérdate de esta cara porque la verás siete veces repetida en Netflix

Ha sido Lisbeth Salander y ha luchado contra los aliens, pero ahora Noomi Rapace se enfrenta a su mayor reto: interpretar a siete hermanas en la película 'What happened to monday?'

Está acostumbrada a transformarse en cada papel. Noomi Rapace (Suecia, 1979) no tiene miedo a desatar su espíritu camaleónico y considera cada uno de los retos profesionales a los que se enfrenta como una oportunidad de reinventarse a sí misma. La conocimos gracias a su encarnación de la heroína hacker Lisbeth Salander en la adaptación del bestseller Millennium, una trilogía que no solo la lanzó a la fama, sino que cimentó su imagen de mujer fuerte e indomable capaz de desafiar las normas de lo políticamente correcto con una sola mirada.

Ahora se enfrenta a uno de los retos más complicados de su carrera: interpretar siete personajes (siete hermanas idénticas) en What happened to monday?, la nueva apuesta de la cadena Netflix. "Cada una de ellas tenía que identificarse e individualizarse claramente sin recurrir al cliché. No bastaba con ponerse una peluca y actuar de forma diferente, tenía que encontrar la frecuencia en la que se movían y dotarlas de personalidad. El reto era conseguir que al final todas fueran distintas versiones de mí misma", nos cuenta Noomi al otro lado del teléfono.

"En Hollywood hay que luchar para que los hombres nos dejen contar nuestras historias"

La actriz reconoce que fue un proceso que la dejó exhausta. ¿Más que luchar contra Alien en Prometheus? "Pues sí, ¡mucho más! Imagina la paradoja de enfrentarte a la muerte de tu personaje y tener que seguir interpretándolo, trasmitiendo ira, pena, tristeza y miedo a través de mis otras versiones alternativas".

En la película, una gran corporación, al frente de la que encontramos a una pérfida Glenn Close, aprovecha el problema de la sobrepoblación mundial para hacerse con el control de natalidad y, al mismo tiempo, ejercer un poder opresor entre los habitantes. "Es cierto que es una distopía, pero hay algunos detalles que se acercan peligrosamente a la realidad. Nos encontramos en un momento muy convulso. La llegada de Trump, el terrorismo islámico, tanta violencia y corrupción... Parece que todo se vaya a desmoronar en cualquier momento, pero intento conservar la fe en la raza humana".

"La película contiene un mensaje político claro: la necesidad de hacer una vida más sostenible y habitable para todos"

También mantiene la esperanza en las nuevas generaciones. Su hijo de catorce años la convenció para que comprara un coche eléctrico porque es mejor para el medio ambiente. "Creo que hay que encontrar la manera de no destrozar tanto. En el fondo, la película contiene un mensaje político claro: la necesidad de hacer una vida más sostenible y habitable para todos. Es la única manera de luchar contra la deshumanización que nos rodea".

Noomi Rapace es una actriz atípica dentro del engranaje de Hollywood. No le gusta sentirse atada a sus servidumbres, quizás porque siempre ha tenido la necesidad de ser libre, al igual que el ave que eligió como su apellido artístico. También por el carácter pasional que le otorga su sangre gitana, ya que su padre -de origen gitano y ya fallecido- fue Rogelio de Badajoz un cantaor extremeño de flamenco. Se fue de casa muy joven para buscarse la vida y desde entonces no se ha amedrentado ante nada. Le gusta interpretar a mujeres con carácter, valientes y luchadoras. "No nos queda más remedio que ser fuertes. Es el momento de tomar el control de nuestras vidas, preguntarnos qué queremos hacer, qué queremos ser e ir a por todas. Si quieres ser la mujer de alguien o por el contrario crear tu propia vida. Es algo que siempre he tenido claro".

Quizás por eso la actriz ha decidido involucrarse en la producción de algunos proyectos, entre ellos Stockholm, thriller sobre el famoso atraco con rehenes que daría lugar al término Síndrome de Estocolmo. "Me gusta hacer cosas, generarlas. Me desespera que tengan que venir a mí", confiesa. Pero no siempre ha sido así. Ha tenido que pasar por largos castings (algo que detesta) para interpretar a personajes tan codiciados como el de Lisbeth Salander o el de la diva María Callas. "En Hollywood queda mucho por hacer. Hay que luchar por la igualdad, pero también tener control sobre nuestro trabajo y que los hombres nos dejen contar nuestras historias". Por eso, para su segunda película como productora ha elegido la historia de una mujer guardaespaldas, porque normalmente se desestiman este tipo de papeles para el género femenino.

Noomi Rapace piensa que todo está cambiando dentro de la industria y que es el momento de no quedarse atrás. En cuanto a la polémica de Netflix en el Festival de Cannes, reconoce que hay que seguir protegiendo el cine en pantalla grande, pero también generar contenidos de calidad para las nuevas generaciones. "Se trata de sumar, no de restar. Y Netflix tiene algo muy democrático. Reunir en tu casa a un grupo de amigos para ver una película tiene algo mágico. Es tiempo de compartir cosas entre todos".

What happened to monday? se estrena el 18 de agosto.

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