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La mantequilla de cacahuete, clave en la fuga de 12 presos de Alabama

Los reclusos, ya capturados, engañaron a un vigilante de seguridad para que les abriera la puerta

Brady Andrew Kilpatrick, en una imagen tomada en la prisión de la que se fugó este domingo.Vídeo: WALKER COUNTY JAIL (REUTERS) / EPV

Algo tan aparentemente inocuo como la mantequilla de cacahuete ha sido el arma secreta de una fuga de 12 presos del Estado estadounidense de Alabama en la que consiguieron engañar al vigilante de seguridad para que les abriera la puerta. Todos los fugitivos, hombres entre 18 y 30 años y algunos considerados muy peligrosos, ya están de vuelta en sus celdas. Estaban encarcelados por cargos que iban desde el intento de asesinato o el robo, hasta la posesión de drogas.

La gran fuga se orquestó el pasado domingo en la cárcel del condado de Walker, construida en 1998 y con capacidad para 240 internos. Todo estaba preparado. Según relata el diario The New York Times, los presos rascaron la mantequilla de cacahuete de sus sandwiches y la modelaron como arcilla. Aprovecharon que había un vigilante novato en la sala de control para ocultar el número que había encima de la celda con la pasta de mantequilla y después le pidieron a gritos que les dejara entrar en la celda.

El último de los 12 fugitivos de Alabama, tras ser arrestado.
El último de los 12 fugitivos de Alabama, tras ser arrestado.Policía del Condado de Martin

"Gritaron 'puerta abierta' (y dieron el número), pero el que le proporcionaron fue el de la puerta exterior", explicó el alguacil James Underwood en una conferencia de prensa este lunes. Y sin darse cuenta, el vigilante les abrió la puerta de la calle. "Es un muchacho joven que no lleva aquí mucho tiempo", se justificó Underwood, que reconoció que había sido un "error humano", y que añadió, no obstante, que se enfrentan de forma cotidiana con intentos de engaño de este tipo.

Una vez abierta la puerta, los fugitivos usaron sus uniformes de color naranja y mantas para escalar la cerca cubierta de alambres con cuchillas. Dos de ellos se hicieron cortes y uno tuvo que ser hospitalizado para coserle el pulgar.

A 11 de los 12 fugitivos, la libertad les duró apenas ocho horas. La mayoría huyó a pie y fueron apresados en los alrededores de la prisión. Dos de los fugitivos habían sido encarcelados por intento de asesinato, así que pusieron una recompensa de 500 dólares por cualquier información que condujera a su arresto.

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Brady Kilpatrick, de 24 años, logró prolongar la fuga 48 horas. Fue apresado este martes a 1.126 kilómetros de distancia, en el sur de Florida. Lo detuvieron después de allanar una vivienda cerca de la ciudad costera de Tequesta, un suburbio de West Palm Beach. En la misma casa, detuvieron a otras tres personas, una de ellas su hermana, como cómplices de su fuga. Según las autoridades, se encargaron de recogerlo en coche en Alabama y lo alejaron de la prisión. Kilpatrick se enfrenta a 20 años de prisión por posesión de metanfetamina y otros delitos.

El último de los preso capturados contó a las autoridades que había corrido sin parar durante las dos primeras horas. "Su error ha sido venir al Condado de Martin, dijeron desde la oficina del jefe de policía en un mensaje de Facebook en el que anunciaban su captura. "Os puedo asegurar que no lleva mantequilla de cacahuete encima", añadió el sheriff con una sonrisa irónica.

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