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Puigdemont: “Si el Tribunal Constitucional me inhabilita, no lo aceptaré”

El president dice en Le Figaro que "no existe un poder lo bastante fuerte como para cerrar el gran colegio electoral que será Cataluña el 1 de octubre"

El presidente Carles Puigdemont. M. MinocriFoto: atlas | Vídeo: ATLAS
Àngels Piñol

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reiterado hoy que hará caso omiso de una eventual suspensión del Tribunal Constitucional cuando convoque el referéndum para el 1 de octubre. El presidente catalán ya afirmó días después de anunciar la fecha y la pregunta de la consulta que solo acataría una inhabilitación del Parlament y hoy lo ha repetido. En una entrevista en el diario francés Le Figaro, Puigdemont ha advertido: "Si el Tribunal Constitucional me inhabilita, como puede hacer, no lo aceptaré. Solo el Parlamento me puede suspender. Una inmensa mayoría del pueblo catalán quiere votar. Suspendiéndome o expulsándome de mi despacho, Madrid no va a anular esta voluntad. No existe un poder lo bastante fuerte como para cerrar el gran colegio electoral que será Cataluña el 1 de octubre".

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La tesis de Puigdemont es que siempre se interpela al Gobierno catalán como desplegará las urnas pero nunca cómo el Gobierno de Rajoy podrá frenar a las "millones de personas" dispuestas a ejercer su derecho al voto. "No renunciaremos al referéndum aunque lo prohíba el Tribunal Constitucional", ha proseguido. "Nuestro compromiso con el pueblo y con el Parlamento está claro: tenemos que resolver nuestras reivindicaciones en las urnas. Ninguna suspensión, ninguna amenaza podrá impedir que los catalanes decidan su futuro de manera democrática".

La principal preocupación del Ejecutivo catalán es lograr que una mayoría de ciudadanos catalanes se acerquen a las urnas y que, sobre todo, superen a los 2.300.000 personas que votaron durante el proceso participativo del 9-N. Por ello, el presidente ha admitido que una "participación ridícula equivaldría a perder el referéndum", y ha asegurado que durante la organización de esta consulta el Gobierno y los ayuntamientos mantendrán una "neutralidad escrupulosa" sometida al control de los observadores internacionales.

"El Gobierno no hará campaña en favor de la independencia", ha asegurado al preguntársele por la neutralidad del escrutinio. Sobre la remodelación de su gobierno, ha explicado que la salida de tres consejeros en las últimas semanas no tiene nada que ver con el referéndum del 1-O: "Todos me han manifestado el suyo apoyo en este tema. Respeto sus decisiones personales".

Ninguna suspensión, ninguna amenaza podrá impedir que los catalanes decidan su futuro de manera democrática", afirma
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Puigdemont ha explicado que en caso de que gane el 'sí' a la independencia el 1 de octubre, 48 horas después de la proclamación de los resultados –que puede prolongarse entre una semana y diez días– explicarán que Cataluña "se transforma en un Estado independiente" y abrirán un periodo de transición que culminará con unas elecciones constituyentes, la redacción de una Constitución y su ratificación por un referéndum."Cataluña empezará a actuar como Estado independiente, pero no lo será de derecho hasta que esta transición culmine", ha expresado. En el supuesto de que se imponga la opción del "no", Puigdemont ya anunció que no tardará ni "48 horas" en convocar nuevas elecciones autonómicas.

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