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‘The Wall’, preguntas, respuestas y mucho azar

Carlos Sobera compagina ‘First Dates’ en Cuatro con su vuelta a Telecinco al frente de un concurso

Álvaro P. Ruiz de Elvira

“Lo mejor de The Wall, después de haber visto tantos formatos de concursos, son las emociones que se crean. No lo he vivido nunca así”. Carlos Sobera defiende con esas palabras el espacio que desde hoy (22.30) presentará en Telecinco las noches de los viernes. Que los participantes, que compiten en parejas, sepan contestar a las preguntas es importante, pero al final todo depende del azar, que juega tanto con las emociones como con el premio que se pueden llevar... o perder.

Esa posibilidad depende de un gran muro de 12 metros de altura —de ahí el título— por el que caen varias bolas, como si fuera un pinball gigante, que acaban de forma aleatoria en una caja que determina el dinero jugado en cada pregunta. Las bolas pueden ser verdes o rojas. Estas últimas restan en lugar de sumar. En la segunda fase, uno de los participantes queda incomunicado, por lo que no sabe por qué cantidad está respondiendo. Al finalizar esta parte, ese jugador recibe un contrato con la cantidad que ha obtenido o perdido, y sin más datos debe aceptarlo o rechazarlo. Ahí es donde todo explota.

“Jamás antes había tenido la oportunidad de ver quebrase a un concursante”, cuenta Sobera al recordar la conclusión, en algunos casos feliz y en otros triste, de las 12 entregas grabadas. “Y jamás en mi vida había llorado en un plató y mucho menos en un concurso. Y eso que soy empático”, prosigue el presentador.

El lema de la edición española de The Wall dice que el concurso cambia la vida, ya que los participantes deben concretar el proyecto al que dedicarán el dinero que logren. Las primeras concursantes son dos hermanas gallegas que quieren crear en Gambia un centro para enseñar a mujeres idiomas y artesanía. “En este programa hay mucha verdad; no hay postureo”, remata Sobera, quien admite que, aunque siempre empatiza mucho con los intervinientes en sus espacios, en ocasiones alguno le ha parecido falso.

El presentador, que compaginará este formato con First Dates en Cuatro, vuelve así a Telecinco, canal que dejó en 2001 y en el que saltó a la fama con otro concurso: ¿Quiere ser millonario? Y también regresa un programa de estas características al prime time, últimamente ocupado por series, películas, realities y talent shows. The Wall es la adaptación de un formato estadounidense que ha tenido gran éxito allí y en varios países europeos. De hecho, todas las ediciones europeas se graban en un gigantesco estudio en París que permite montar la gran máquina de la que dependen los concursantes.

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