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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Morir de pie’, el drama de reírse

La serie sobre monologuistas quiere parecer trascendental y está tan preocupada por su aspecto que cae en cada tópico

Eneko Ruiz Jiménez

Que Johnny Carson aplaudiera tu monólogo en su Tonight Show era como "la llamada de Dios". Que te sentara en su sofá te hacía famoso automáticamente en todo EE UU. Lo contaba el cómico Richard Belzer, a quien el rey del late-night le dio su carrera. Si a Johnny le parecías gracioso, todo estaba resuelto. Así fue con Seinfeld, Roseanne, Garry Shandling o Ellen Degeneres. El camino había merecido la pena.

El primer capítulo de Morir de pie (lunes 22:30, Movistar+) nos transporta a ese momento histórico pero no para hacer reír, sino para recrearse en un pomposo melodrama. Hay suicidios, drogas, fracaso, sexo y grandes dosis de competitividad. Una travesía en el desierto del humor con poca gracia que ya anticipa que la serie puede llegar a ser otra oportunidad perdida de narrar uno de los instantes más apasionantes de la escena norteamericana. Incluso aunque el que la cuente sea Jim Carrey, a quien Johnny también tocó con su varita.

Dylan Baker como Johnny Carson en 'Morir de pie'.
Dylan Baker como Johnny Carson en 'Morir de pie'.

La época es clave para entender la comedia actual. Sin ellos, nunca habría prosperado todo un género televisivo centrado en la vida y desventuras de los cómicos de moda. Los Louie, Master of None o Lady Dinamite. Pero, al contrario de lo que crean ellos con sus humildes propuestas —donde tratan aspectos más relevantes que los que venden—, la nueva serie Showtime está encantada de conocerse. Quiere parecer trascendental desde su primer plano y le preocupa tanto su aspecto que cae en cada tópico: hay planos secuencia, colores pastel, humareda de tabaco y, claro, un cartel de David Bowie. No vaya a ser que el público no aprecie que estamos en los setenta. Vive tan desprendida del espectador como Vinyl de Scorsese, a quien además busca parecerse en cada elección estética.

Morir de pie se cree muy lista, mucho más que su espectador, y comete los errores en los que cayó Aaron Sorkin cuando intentó recrear con Studio 60 las bambalinas de Saturday Night Live. Su comedia no es graciosa y el melodrama es farragoso. Aquí ni siquiera disfrutamos de los diálogos de Sorkin. Carson nunca los invitaría al sofá.

Para el que todavía le queden ganas para escuchar las mejores historias (reales) de los cómicos, entender el stand-up y bucear por sus complejos y traumas, la mejor receta sigue siendo el podcast WTF! de Marc Maron. Por su garaje han pasado Robin Williams, Mel Brooks, Dick Van Dyke, Jimmy Fallon o Louis C.K. Cualquiera de sus historias es mejor que Morir de pie.

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Es periodista en la sección de redes sociales, aunque lo que más le gusta es hablar de cine, series y cómics. No sabe montar en bicicleta.

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