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Crítica | Herederos de la bestia
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Simpleza sobre la creatividad

Una película tan creativa como 'El día de la bestia' no merecía un documental retrospectivo tan poco creativo

Álex de la Iglesia en 'Herederos de la Bestia'.
Javier Ocaña

HEREDEROS DE LA BESTIA

Dirección: Diego López, David Pizarro.

Intervienen: Álex de la Iglesia, Enrique Urbizu, Santiago Segura, Jaume Balagueró.

Género: documental. España, 2016.

Duración: 80 minutos.

Una película tan creativa como El día de la bestia no merecía un documental retrospectivo tan poco creativo como Herederos de la bestia.

Obra fundamental en la eclosión del cine de género en la España de los años noventa, la sensacional obra de Álex de la Iglesia, estrenada el 20 de octubre de 1995, sigue tan joven, gamberra y clarividente como entonces, pero Diego López y David Pizarro, los bienintencionados documentalistas que han querido rememorar el evento, lo hacen con un trabajo infinitamente más añejo que el material glosado. Han preguntado a la gente correcta: cineastas como Jaume Balagueró, Paco Plaza y Enrique Urbizu; directores de festivales especializados como Ángel Sala; críticos como Quim Casas; además de buena parte de los creadores de aquella sensación, De la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría, Santiago Segura, Arrizabalaga y Biaffra, César Strawberry... Pero han ordenado su material de un modo obvio, simple, académico, sin sustancia. En estos tiempos en los que los documentales musicales y cinematográficos, deportivos y sociales, han dado un espectacular salto en materia de ritmo y de montaje, de inventiva no enfrentada con el rigor, la película se convierte en una sucesión de bustos parlantes que, aunque digan cosas interesantes, no le hacen honor al símbolo que tienen entre manos. Todo ello acompañado de una serie de planos de apoyo que van poco más allá de unas bobinas de celuloide en movimiento.

Sobre los entresijos de El día de la bestia y la labor de De la Iglesia se han escrito libros tan documentados como La bestia anda suelta, de Marcos Ordóñez, y Freaks en acción, Álex de la Iglesia o el cine como fuga, de Jordi Sánchez Navarro, pero una película es otra cosa. Y se supone que Herederos de la bestia es cine, y debe aportar algo más que opinión retrospectiva y análisis. El remate es que ni siquiera hay secuencias de la película en sí, y solo se incluye material de rodaje. Es probable que las condiciones de guerrilla del documental imposibilitaran a sus responsables pagar los derechos de las imágenes de El día de la bestia, pero es que, siendo así, simplemente no había película o había que dar un giro de 360 grados a la metodología.

Como esos programas deportivos que no tienen los derechos del evento del que informan, y se dedican a poner fotos de los goles o de las canastas mientras te cuentan cómo fueron los partidos, la película es un mustio relato de algo realmente portentoso.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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