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Burros y 'raves' en la aldea: así es el 'Louie' a la gallega

Hoy se estrena en el festival Carballo Interplay 'Peter Brandon', el falso documental del humorista Pedro Brandariz dirigido por Porco Bravú

No todo son risas en la vida de un cómico y Pedro Brandariz nos lo puede asegurar. El humorista gallego protagoniza la webserie Peter Brandon, un falso documental rodado por el colectivo audiovisual Porco Bravú (de webseries como El método sueco o Conversaciones con Cunqueiro) que explora la trastienda del humor. A semejanza de la película protagonizada por Joaquín Phoenix, I'm Still Here, esta historia se sitúa en la casa coruñesa de Pedro, que en plena crisis de los cuarenta decide romper con todo y pasarse al posthumor. ¿El primer paso? Cambiarse de nombre. 

"En el fondo es como si ves un documental de canteros o agricultores, solo que aquí tratamos el oficio de un cómico, qué le pasa y de donde saca el material", sostiene Brandariz. Sin embargo, rebautizarse a la inglesa solo le traerá problemas y situaciones absurdas. Con motivo de su estreno esta noche en el festival audiovisual Carballo Interplay, hablamos con Brandariz y Óscar Cruz, uno de los guionistas, quien asegura que "todos somos un poco Peter Brandon".

¿Cómo es la vida de un cómico?

Pedro Brandariz: La gente cree que hacer comedia es maravilloso, pero no significa que estés todo el día haciendo chistes o de buen rollo. Un cómico se cabrea, un cómico sufre y, no sé si diría que se pone triste, pero podría ser. De hecho, creo que la gente se va a llevar una sorpresa con Peter Brandon. Creen que se va a partir de risa, pero tiene también mucho drama.

La historia trata de un humorista que para llegar a un público nuevo decide cambiarse el nombre. ¿Por qué Peter Brandon es mejor que Pedro Brandariz?

Óscar Cruz: Nos parecía interesante partir del nombre real y cambiarlo, cambiar esa personalidad para que hiciese cosas distintas y a partir de ahí grabar el falso documental. Este era el punto de comedia, dejar algo atrás, y también la parte de drama. Porque el cambio no le va a funcionar y le va a meter en unas situaciones en las que no quiere meterse. 

¿Cómo es nuevo estilo de comedia qué planteáis?

P. D.: El humorista pretende llegar a un público nuevo y hacer su late nite. Quiere hacer humor más contemporáneo, esto que le llaman ahora posthumor, y para eso rompe con todo lo anterior y es lo que le va a traer problemas al personaje.

¿En qué os inspirasteis a la hora de construir el personaje?

O.C.: La verdad es que nos gusta mucho Louie, la serie de Louie C.K., y esta ha sido como nuestra gran referencia. Esa serie cambió la forma en que veíamos la comedia y empezamos a plantear todo lo que se nos ocurría de forma distinta. Aunque también tiene un estilo muy Ricky Gervais... Pero hemos tratado de alejarnos de esos referentes y hacer algo nuevo, con una personalidad propia. El personaje además es cómico y lo ves viviendo situaciones que no suele contarse en el cine que jamás contarías, pero eso es lo más divertido y lo más importante del personaje y la historia.

P. D.: En realidad, es un Louie a la gallega. Por ejemplo, Pedro se dedica a ir a Luar y conecta muy bien con los viejos. Y eso, aunque es lo que le da de comer, es lo que intenta cambiar. 

De hecho, el protagonista quiere tener su propio late night. ¿Es posible tener un programa así en Galicia?

P. D.: Sí, tenemos Land Rover que no es un late night pero funciona muy bien, o la experiencia pionera y experimental de Con Amor e compañía. Pero la verdad es que la televisión es complicada, de hecho, nosotros hacemos una serie y la ponemos en Internet porque no hay una televisión que nos compre el producto. Bueno, si la hay, que nos avise que la ponemos ahí.

Parte de vuestra sátira se dirige hacia el entorno audiovisual, ¿cómo veis la situación?

P. D.: El entorno audiovisual gallego está muy consolidado y muy acomodado. Ese comentario que todo el mundo hace de, "cambian las series pero siguen los mismos actores", es así. De hecho, es muy complicado entrar y nos gustaría que los agentes televisivos que mandan (que yo no sé quien manda) estuvieran abiertos a más propuestas, que no solo sea Libro de familia y luego Padre de familia. Creo que es muy conservador.

¿Y a nivel monologuistas?

P. D.: Creo que hubo un boom, pero que está cayendo. La gente que lo tomó más en serio y que se dedica profesionalmente es la que está resistiendo y aguantando. Hace tres o cuatro años había actuaciones en muchos sitios, pero era gente amateur. Muchos se creen que hacer monólogos es fácil, que es subirse y contar cuatro chistes... Claro, cuando subes al escenario y ves que no funciona... pero bueno, sí que hay un circuito. Humoristas como Victor Grande, Osbaldo o Pousada están trabajando por ahí, a nivel nacional.

 Respecto a tu personaje, ¿cuánto hay de real y cuánto de ficción?

P. D.: ¡Esa es la pregunta del millón! Óscar y Boquete tuvieron la idea, y la verdad es que captaron muy bien la esencia, tanto del personaje de comedia como del vital. Todo lo que pasa en la serie podría ser verosímil, o no.

¿Cómo fue el rodaje?  

O.C.: Intenso, estuvimos rodando cinco días. Aunque luego fuimos grabando cosas aparte porque como el reparto era tan amplio... La mayoría de las escenas están rodadas en A Coruña, porque Pedro vive en San Pedro de Nós (Oleiros), aunque también hay partes en Pontevedra o Carballo, y estamos abiertísimos a grabar en cualquier parte donde nos acojan. 

P. D.: Como es un falso documental de mi vida, grabamos en mi casa y en mi huerta. Incluso salen mis gallinas y mi burro. Tengo un burro como mascota porque la verdad es que, más allá de darme trabajo, no tiene ninguna otra función. En ese sentido la serie es bastante realista. Fue un rodaje muy loco y muy divertido. Tuvimos incluso que montar una rave para uno de los capítulos y una vez vinimos a Carballo, que es como una villa del cine.

¿Alguna escena que nos podáis adelantar?

P. D.: Hay una escena de cama (¡fíjate como es la historia!) que aparte de ser bastante poética también es muy absurda. Creo que va a ser recordada por los siglos de los siglos...

Hoy estrenáis los tres primeros capítulos en el Festival Carballo Interplay, ¿estáis nerviosos?

O.C.: Algo de nervios siempre hay porque presentas tu criatura al público, pero aún así, creemos que es un producto muy bueno. Las expectativas que tiene todo el mundo son enormes. Algunos hasta nos pidieron un pase privado porque no podían esperar. La idea es presentarla en Carballo y luego ir mostrándolo por otros festivales y eventos, y subirlo a Internet en septiembre.

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