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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa
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Arquitectura rápida, sostenible y para todo

Un equipo de arquitectos, ingenieros y empresarios estonios lanza al mercado viviendas de hormigón ultrarresistente que se montan en siete horas

Vídeo: Paul Kuimet | EPV

Las casas, habitaciones y pabellones Koda son módulos realizados con un hormigón “tres veces más resistente que el tiempo no altera y por lo tanto no precisa mantenimiento”, explican sus autores. Las viviendas están también construidas con vidrio, metal y madera. Ocupan 26,2 metros cuadrados, pero ubicarlas supone disponer de 76,2 metros cúbicos. Si se dejan diáfanos pueden ubicar oficinas –de tres a cinco oficinistas por módulo- o aulas –de 12 a 16 estudiantes por cuerpo-. Los pabellones pueden encargarse compartimentados en dormitorio, salón, porche, almacén, cocina y baño. Y se colocan sin cimientos gracias a su peso: 28 toneladas.

Los empresarios Hannes Tamjärv y Taavi Jakobson se unieron al ingeniero Marek Strandberg y al arquitecto Ülar Mark para producir estas viviendas no baratas pero, sobre todo para algunas economías europeas, sí asequibles (cuestan 90.000 euros). Los módulos están dotados con aislamientos diversos –según la zona en la que se ubican- y un sistema de ventilación pasivo que consigue recuperar el 95% del calor del aire y que lo renueva a raíz de 320 metros cúbicos por hora.

Mairi Hüüdma

Con opción de conexión a la red eléctrica o de depender de paneles solares –ya integrados-, estos pabellones emplean para su construcción sólo nueve metros cúbicos de hormigón “menos de lo que se emplea para cimentar una cabaña”, explican sus autores.

Tönu Tunnel

“Pensando que, en Europa, las viviendas acaparan un 40% del consumo energético, creímos que reduciéndolo en ambos frentes: la construcción de las viviendas y su uso, estábamos renovando la oferta arquitectónica y tratando de lidiar con uno de los grandes problemas globales”, explican.

Sostenible, móvil –uno puede encargar la casa ya montada y puede trasladarla en una mudanza sin desmontarla en un tráiler- y minimalista, los arquitectos la imaginan ocupando solares urbanos, construyendo escuelas y oficinas temporales o sumándose a modo de vivienda incremental. El hueco por explotar existe. El producto está en el mercado. Queda por ver si la propuesta cuaja, y eso querrá decir que funciona, o si todavía tiene mucho por mejorar y se convierte en un hito puntual más, en la construcción del espacio doméstico.

Tönu Tunnel
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