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Trabajar después de la jubilación

Solo hay 31.000 jubilados activos en España frente a los 9,4 millones de pensiones públicas

Rafael Puyol, presidente de SECOT. En vídeo, jubilados activos.Vídeo: EPV / Océanne Deleurme / A. de la Rúa / LM Rivas

Jubilarse no es lo mismo que retirarse. “La esperanza de vida cada vez es mayor y es normal que los jubilados puedan seguir trabajando para favorecer por lo menos el mestizaje generacional del talento, porque el talento no tiene edad”, afirma Santiago Benito, jubilado de 67 años. Hoy en día, las personas de más de 65 años no se sienten mayores. Tienen todavía energía y aunque quieran bajar un poco el ritmo, muchos no desean pasar de activos a pasivos de un día para otro. Sin embargo, solo 31.000 personas siguen trabajando tras jubilarse en España, según datos de la Seguridad Social.

Benito empezó como aprendiz a los 14 años en la empresa aeronáutica Airbus. Pasó por diversos puestos, compatibilizó el trabajo con una Ingeniería y llegó a ser el director de la planta de Getafe (Madrid). “Me jubilé en el 2014 tras 50 años trabajando, pero no es el dinero lo que me motiva, sino transmitir mis conocimientos a generaciones más jóvenes”, cuenta el exingeniero. Dos días a la semana trabaja en SPACE, una asociación francesa sin ánimo de lucro en la que participan los principales actores del sector aeronáutico europeo y que busca una mejor coordinación entre ellos. Entre partidas de ajedrez y paseos con sus nietos, también da charlas en la universidad o colabora con el Observatorio de Talento Sénior (OTS), una asociación que ayuda a personas que han sufrido un ERE o que se han jubilado de forma anticipada y buscan reincorporarse al mercado laboral.

Según establece la ley española, seguir trabajando tras la jubilación es posible, pero en ese caso solo se percibe el 50% de la pensión. Entre 2013 y 2016, el número de jubilados activos ha pasado de 9.094 a más de 31.000 personas. Estas cifras reflejan una progresión pero la cifra todavía es poco relevante con relación al número total de pensiones públicas (9,4 millones). Para favorecer la jubilación activa, una de las medidas que quiere aprobar el Gobierno de Mariano Rajoy es que el trabajo sea compatible con la percepción del 100% de la pensión.

Los sindicatos se oponen. “Este tema no se puede tratar a la ligera, menos ahora con la precariedad laboral y un 20% de la población en paro”, afirma María del Carmen Barrera Chamorro, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT. A su juicio, compatibilizar el cobro de la pensión íntegra con el trabajo generaría un problema de relevo generacional y antes de adoptarse una medida así debería abrirse un debate político con participación de las fuerzas sociales. "A estos jubilados que quieren seguir trabajando, ¿no les importa quitarle el trabajo a sus hijos y a sus nietos?", pregunta la sindicalista. Además, Barrera cree que finalmente "se beneficiarían los que ganan más y, para compensar, los más pobres tratarían de compatibilizar dos trabajos".

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Jubilación activa

En 2016 el importe medio de las nuevas pensiones de jubilación bajó por primera vez desde 2005. Como media, los nuevos jubilados percibieron 1.332,37 euros, 10 menos que en 2015, y se espera que la tendencia a la baja continúe en los próximos años al ampliarse la base para calcular la cotización. Eso, unido a la obligación de perder media pensión, puede suponer una traba a la jubilación activa. Es el caso de Pepe, carpintero de 70 años. Empezó a trabajar con 13 años, pero su primer empleador no lo afilió a la Seguridad Social durante 15 años. Cuando se jubiló, solo había cotizado un total de 31 años y el requisito para cobrar la pensión íntegra era de 35 años. Le quedaron 720 euros. “Debería cambiar el sistema de jubilación para los que queramos seguir trabajando. No puedo dar la mitad de mi pensión, si no, no me salen las cuentas”, explica Pepe, quien pide que se le identifique con un nombre ficticio porque complementa su pensión con trabajos en negro por los que percibe unos 600 euros al mes.

Una excepción a la norma son algunos colegios oficiales. Una Orden del 18 de enero de 1967 les concede un privilegio al establecer que la prestación de jubilación es compatible con la afiliación a la mutualidad de un colegio profesional. Puesto que no existe un reconocimiento recíproco con la Seguridad Social, es posible recibir la pensión completa y mientras tanto seguir trabajando por cuenta propia siempre que la cotización de ese trabajo se realice a través de la mutua profesional. Hacerlo solo está al alcance de determinadas profesiones (médicos, arquitectos, ingenieros...) y es el caso de Santiago Benito, quien apuesta por extender esa posibilidad a todos los trabajadores.

“Vamos a tener por la base de la pirámide laboral una entrada muy pequeña y por la salida, un número muy elevado de personas que se van a jubilar. El problema actual de las pensiones, no es nada en comparación a lo que se avecina”, apunta Rafael Puyol, presidente de Séniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT). Este demógrafo de 72 años propone tres soluciones: “Primero, dejar a la gente seguir trabajando hasta una edad más avanzada. Segundo, incorporar más inmigrantes y mujeres al mercado laboral. Y por fin, cambiar el sistema de pensiones actual a un sistema de pensiones mixto". Es decir, que el Estado siga pagando una parte de la pensión y que la otra dependa de un plan privado.

Además de estas tres soluciones, Puyol está impulsando un Observatorio de la Demografía y de la Diversidad Generacional para analizar la relación entre las edades de los trabajadores con las actividades que desempeñan. “Entre el trabajo a tiempo completo y la jubilación podría caber una etapa intermedia. Las empresas pueden proponer a sus trabajadores si quieren seguir desarrollando una actividad distinta con un horario reducido y una remuneración más baja, de tal manera que el trabajador decida”, explica Puyol. “Ya existe un sistema que permite a los jubilados transmitir su experiencia: el contrato de relevo”, replica Barrera. La sindicalista está convencida de que el asunto de las pensiones es una cuestión de prioridades políticas: “Lo de que no hay dinero es mentira. Mira qué rápidamente rescataron las autopistas en quiebra. ¿De dónde sacaron el dinero? Y de todas formas, si hay que pagar las pensiones, que dejen a los jóvenes hacerlo”.

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