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La OCDE alerta de que la pobreza ha crecido “por la falta de empleo de calidad”

La organización eleva dos décimas la previsión de crecimiento para España, hasta el 2,5% para 2017

Manifestación en Madrid contra la pobreza energética.Foto: atlas | Vídeo: Claudio Álvarez | ATLAS
Manuel V. Gómez

“España disfruta de una sólida recuperación económica”. Es la primera frase del estudio que la OCDE presentó este martes, en el que se eleva la previsión de crecimiento del PIB en dos décimas para este año, del 2,3% al 2,5%. Pero en la misma página también puede leerse que “el desempleo sigue situándose en niveles muy altos”. Y prosigue: “La pobreza también ha aumentado, debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo y unos ingresos adecuados”. Para remediarlo, la organización reclama medidas contra la pobreza y esfuerzos para subir la productividad.

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La comparecencia del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, comenzó como el estudio que presentaba este martes en la sede del Ministerio de Economía junto a su responsable, Luis de Guindos, reconociendo el avance la economía española en los últimos años: “Sería injusto, después de los achuchones que hemos pasado, no reconocerlo”. Se basaba en datos como la mejora de la previsión de crecimiento para este año y la cifra de 2018 (2,2%) o la reducción del déficit, que calculan que fue un 4,6% del PIB en 2016 y será del 3,4% este año. Y eso, según el club de países más industrializados, se debe a las reformas (moderación salarial), la política monetaria del BCE, el bajo precio del petróleo y una cierta expansión fiscal en los últimos tiempos.

Antes que Gurría, habló el titular de Economía. Luis de Guindos destacó que la actividad creció en 2015 y 2016 por encima del 3%. Aunque apuntó que la economía española “sigue siendo vulnerable”. “No se puede ser complaciente”, afirmó, en línea con el espíritu del informe.

Porque Gurría este martes reconoció lo andado, pero también puso deberes —“Reformas. Reformas. Reformas”— y subrayó las consecuencias que deja la crisis. “Ha dejado cicatrices que menoscaban el bienestar, siendo las más visibles unos niveles todavía muy elevados de desempleo, pobreza y desigualdad”, se lee en el informe. “Es fundamental que España consiga incorporar a más personas al mercado de trabajo”, enfatiza, “pero también debe centrarse en la calidad del empleo”.

“Los jóvenes y los trabajadores con baja cualificación son quienes más sufren el desempleo, al tiempo que existen unos niveles muy elevado de desempleo de larga duración. Estos factores corren el riesgo de afianzar las desigualdades, incidiendo negativamente en el crecimiento futuro y en la cohesión social”, ahonda.

Esa cohesión para Gurría es clave. “La crisis fue muy dura. Hay pobreza infantil, no es el único país pero hay que abordarla. Entre el 23% y el 24%, la media de la OCDE es la mitad”, prosiguió. “El tema de la desigualdad está por encima de los niveles precrisis y hay que abordarlo. El presupuesto lo permite. Hay espacios. El pacto social lo está exigiendo”, reclamó Gurría con el ministro De Guindos a su lado, que en este punto no recogió el guante lanzado por el mexicano.

Los datos del think tank de los países desarrollados dicen que entre 2007 y 2014, años que toma como referencia, en España ha subido la pobreza relativa (personas que viven con menos de la mitad de la renta mediana disponible del conjunto de la población) del 14% a cerca del 16%. En pobreza infantil, la tasa española es del 23,4% frente a una media en la OCDE del 13,3%, con los datos de 2013, últimos disponibles. El organismo advierte de que la tasa de pobreza menguó en 2014 “y es probable que haya seguido descendiendo desde entonces”.

El camino que apunta la OCDE está en las políticas de transferencia: “Las ayudas públicas para las familias son escasas”, critica, “el gasto social por niño es inferior al promedio de la OCDE y es especialmente bajo en la primera infancia”. La organización se muestra crítica con las ayudas sociales de las comunidades autónomas por ser “escasas” y de “una eficacia limitada”. “Deben replantearse estos programas. Han de ser reorganizados para hacerlos más efectivos, y ha de incrementarse tanto su alcance como la cuantía de las ayudas, en especial en el caso de familias pobres con niños”, plantea.

El otro puntal para cerrar las heridas de la crisis es “el empleo”. Pero no cualquiera, la OCDE destaca que hay que aumentar la productividad. “España tiene que abordar el desafío crónico del bajo crecimiento de la productividad”, apuntó Gurría, que subrayó “los niveles de inserción en innovación no son suficientes”. Este punto fue admitido por Guindos, “a pesar de que tenemos un sistema fiscal de los más favorables”.

También la reforma de las políticas activas y la formación es uno de los caminos que señala la OCDE para aumentar la productividad y bajar el paro de larga duración. Para los servicios de empleo, el organo con sede en París pidió “más recursos y personal” y también “la creación de perfiles de los desempleados así como de consultores especializados”. La mejora de la situación pasa también por generar un “crecimiento más inclusivo” que reduzca el paro. Propone, además de reformar las políticas activas, reducir cuotas sociales, especialmente la de los empleos indefinidos con sueldos peor pagados. Por ejemplo, propone mantener la exención sobre la cotización de los primeros 500 euros, pero solo para los sueldos peor pagados.

Abogados, contables, ingenieros y arquitectos, poco productivos

Las recomendaciones de organismos internacionales para que España haga una reforma de su mercado de servicios profesionales (abogados, arquitectos, ingenieros) son casi tan viejas como la exigencia de reformas laborales. Pero la diligencia de los gobiernos en un caso y en otro no ha sido igual. Esto se ve en el informe de la OCDE. Frente al aplauso que reciben las reformas que han causado la “moderación salarial” —es decir, la reforma laboral— aparece este comentario: “Las autoridades deben aprobar y aplicar la reforma de la liberalización de los servicios profesionales, prevista ya desde hace un tiempo pero aún pendiente de aprobación”.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, justificó así la reclamación: “Nos estamos rasgando las vestiduras por el tema de las manufacturas. Y resulta que el 75% de la economía son servicios y a los servicios no les dedicamos la misma atención”. La consecuencia es que en España, como señala el estudio, “la competencia sigue siendo débil en sectores que suministran insumos al sector empresarial, sobre todo en el sector de los servicios profesionales”. “Son considerablemente menos productivos que en otras economías”, apunta el club de países industrializados.

Detalla la OCDE que en España los abogados, los contables, los arquitectos y los ingenieros son menos productivos en el promedio de los países de la organización. En el informe, divulgado este martes, también concreta como en las regulaciones de entrada en estas profesiones, España se sitúa por encima de países como Canadá, Italia, Alemania, Francia o Bélgica. En cambio, apunta que en códigos y regulaciones de conducta (precios o publicidad) se sitúa por debajo de muchos de estos mismos países, con la excepción de Italia.

“No tuvimos mucho éxito”, admitió el ministro de Economía, Luis de Guindos, sobre esta reforma, en referencia a que finalmente su departamento no la sacó adelante la legislatura de 2011 a 2015. Sí que se mostró partidario de volverlo a intentar esta, pese a que ya no tiene mayoría absoluta. “Mañana mismo”, respondió, adelantando que para eso se requiere el apoyo de grupos parlamentarios como “PSOE, Ciudadanos o PNV”.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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