La modelo rusa Victoria Bonya, sospechosa de espionaje en EE UU
La policía de aduana de Los Ángeles encontró una tarjeta de visita de una empresa que produce cámaras de vídeo ocultas en el equipaje de la 'explaymate'
La modelo rusa Victoria Bonya ha aprovechado un malentendido para lanzar una idea a los guionistas. “Ahora tendremos que hacer una película”, escribió en su cuenta de Instagram en la que también compartía cómo la policía del aeropuerto de Los Ángeles, EE UU, la había interrogado por ser sospechosa de espionaje.
La exmodelo de Playboy, de 37 años, aterrizó el pasado fin de semana en la ciudad californiana. Todo transcurría con normalidad hasta que los agentes la retuvieron un “par de horas” y la interrogaron por un supuesto caso de espionaje. Según reveló a The New York Post, los encargados de aduanas encontraron una tarjeta de visita de una empresa que se dedica a producir cámaras de vídeo dentro de su equipaje. “¿Eres miembro de algún servicio secreto?”, le cuestionaron.
Durante la interpelación también le preguntaron por sus posibles conexiones con el presidente ruso Vladímir Putin o con la KGB —la agencia de inteligencia rusa—. Al principio Bonya creyó que se trataba de una broma. “En un comienzo me reí… hasta que me preguntaron por tercera vez por lo mismo. Entonces quedé en shock. Pensé que me querían deportar”, confesó.
El suceso ocurre en medio de la crisis que afecta a la Administración de Donald Trump por los posibles vínculos de sus asesores con miembros del Gobierno ruso. Las investigaciones giran en torno a tres acontecimientos: la interferencia rusa en las elecciones y si Moscú influyó a favor de Donald Trump; los contactos entre miembros de la campaña del republicano y operativos rusos y el riesgo de que el gobierno de Putin busque chantajear al presidente de Estados Unidos.
