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El legado de Michelle Obama

Comedores escolares, educación para las niñas y una comprometida manera de actuar forman parte del trabajo de la primera dama que dice adiós a ocho años en la Casa Blanca

Michelle Obama no ha sido la primera dama de EE UU al uso. En los ocho años que ha estado en la Casa Blanca ha dejado su impronta en distintos asuntos. Desde su programa para reinventar los menús de los comedores escolares de todo el país hasta su campaña por la alimentación sana y, cómo no, su defensa de la educación de las niñas en todo el mundo, un proyecto que le trajo a España el pasado verano. Este martes cumple 53 años y lo hace mientras vive sus últimas horas en la residencia presidencial.

La primera dama con titulaciones de Harvard y Princeton fomentó planes para atender a las familias de los veteranos de guerra, estrenó huerto orgánico de la Casa Blanca y se hizo un hueco en televisión, donde ha bailado hip hop o hablado con personajes de Barrio Sésamo.

Nunca escondió su escepticismo hacia la política, pero tampoco censuró su visión del papel que debía jugar como primera dama. No se ha encorsetado en los cánones de sus predecesoras.

Fue recibida en la Casa Blanca entre el escepticismo y las críticas por haberse declarado, por encima de todo, “mamá en jefe” pero se va con la satisfacción de ver su trabajo reconocido.

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