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Rajoy no renuncia a pactar con el PSOE aunque Ciudadanos sea su socio

El presidente defiende los acuerdos con los socialistas, porque aportan "seguridad y certidumbre"

Mariano Rajoy, durante la cumbre europea en Bruselas. REUTERSFoto: atlas
Miguel González

“El acuerdo lo tengo con Ciudadanos y Coalición Canaria, son los que apoyaron la investidura, pero este un Gobierno abierto a pactar con todo aquel que quiera entenderse”. El presidente Mariano Rajoy ha defendido este jueves en Bruselas los pactos de geometría variable que horas antes se escenificaron en el Congreso. El PP sacó adelante el techo de gasto (que reparte el déficit entre las administración públicas) y el decreto de medidas económicas urgentes (que incluye la subida del salario mínimo y el endurecimiento del impuesto de sociedades) con el apoyo en ambos casos del PSOE, pero con la abstención de Ciudadanos y el PNV en el segundo.

Rajoy reconoció que Ciudadanos, con quien pactó 150 medidas en su programa de investidura, será su socio preferente –“con quienes pretendemos gobernar habitualmente”, según sus palabras-- pero añadió que no renuncia a llegar a pactos con el PSOE, especialmente en asuntos como la educación o las pensiones, porque ello garantizaría su pervivencia a largo plazo y aportaría “seguridad, certidumbre y tranquilidad” a los españoles, a los inversores extranjeros y a las instituciones europeas, al ver que España es capaz de cumplir sus compromisos. No en vano, recordó, su apuesta siempre fue un pacto a tres bandas, con Ciudadanos y los socialistas.

El que ello no haya sido posible no significa que esta legislatura tenga que ser corta o el Gobierno inestable. “Haré lo posible y lo imposible porque dure cuatro años”, enfatizó, desmintiéndose a sí mismo, que el miércoles, en una cena con militantes del PP, les instó a prepararse para las próximas elecciones. “De eso no hay nada”, contestó, preguntado por este aparente lapsus. Más lacónico aún se mostró respecto a las críticas de FAES, la fundación presidida por José María Aznar, a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría por su actitud ante el independentismo catalán: “Ningún comentario”.

Pero sí defendió la política de mano tendida hacia la Generalitat de Cataluña, pese al desafío soberanista. “El diálogo tiene sentido siempre. Siempre y cuando uno no ceda en aquello en lo que no debe ceder”. Y en lo que el Gobierno “ni quiere ni puede” ceder es en la defensa de la unidad de España. “Las sentencias del Constitucional hay que cumplirlas siempre y los responsables de la Generalitat son absolutamente conscientes de que tienen la obligación de cumplir la ley y yo les animo a que renuncien de una vez a esa estrategia de desafío permanente”, agregó. Junto al palo, la zanahoria. Sin revelar cuándo fue la última vez que habló con él, aseguró que el presidente Carles Puigdemont “sabe, porque se lo he dicho yo, que estoy a su disposición. Para hablar”.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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