El fiscal pide al Supremo que eleve dos años la pena a Gago por guardar el arma que mató a Isabel Carrasco
El alto tribunal celebra la vista por los recursos a la sentencia que condenó a Montserrat González, su hija y la policía local
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha pedido este miércoles en el Tribunal Supremo que eleve en dos años la condena de 12 años impuesta a por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Léon a la policía local Raquel Gago por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco. La Sala de lo Penal ha celebrado la vista pública de los recursos de casación interpuestos contra la sentencia del tribunal autonómico, que condenó a Montserrat González, a su hija, Triana Martínez, y a Gago por el asesinato Carrasco, ocurrido el 12 de mayo de 2014.
El fiscal y las tres condenadas han recurrido esa sentencia, que impuso a González y a su hija una pena de 22 y de 20 años de prisión, respectivamente, como autoras de un delito de asesinato, y 12 años de prisión a Gago por su complicidad en el crimen. La Sala de lo Penal tendrá que resolver, entre otros aspectos, sobre la discrepancia que existió entre la sentencia de la Audiencia Provincial de León y la del tribunal autonómico respecto a la policía local. Gago fue absuelta de delito de cómplice de asesinato por la Audiencia, que solo le impuso cinco años de cárcel por encubrimiento y tenencia de armas. Pero el tribunal autonómico corrigió este fallo y lo ajustó al veredicto del jurado popular, que consideró a la policía colaboradora no esencial de la madre y la hija, por lo que elevó la pena a 12 años de prisión.
Durante la vista, presidida por el magistrado Manuel Marchena, el abogado de Gago, Fermín Guerrero, ha pedido la absolución de la policía porque, asegura, no hay pruebas que acrediten que participó en un plan preconcebido para matar a Carrasco. En su opinión, el relato del tribunal de Castilla y León para condenar a Gago está lleno de imprecisiones y suposiciones. Entre otros aspectos, el abogado ha cuestionado que, como consideraron los jueces, ese supuesto plan se concretó en una reunión de 15 minutos mantenida por las tres acusadas apenas una hora antes del asesinato. “Nunca se ha probado que las tres estuvieran juntas, solo que Raquel y Triana tomaron un café”, ha advertido el abogado. “Pero aunque así fuera, ¿es tiempo suficiente 15 minutos para preparar un crimen así?”, ha añadido Guerrero.
El letrado de la policía local ha pedido, si no se considera su petición de absolución, que se anule la sentencia y se celebre un nuevo juicio por “incongruencia” en el pronunciamiento del jurado popular sobre la participación de Gago en los hechos debido a que había contradicciones en las preguntas que el tribunal les hizo. El presidente del tribunal de la Audiencia Provincial, según el abogado, intentó corregir esas contradicciones en la sentencia en la que, en contra de lo dicho por el jurado, absolvió a la policía del delito de cómplice de asesinato. El fiscal del Supremo, sin embargo, ha pedido a la sala que desestime esta petición porque aunque admite que existieron “contradicciones” en las preguntas formuladas al jurado no cree que tengan “entidad suficiente” para anular la sentencia.
El fiscal ha pedido que se desestimen los recursos de las tres acusadas por considerar que carecen de fundamento y ha solicitado al Supremo que eleve la condena de Gago en dos años por el delito de tenencia ilícita de armas, al que sí le condenó la Audiencia pero del que le absolvió el tribunal autonómico. "No cabe la menor duda de que Raquel Gago tenía conocimiento y aceptó hacerse cargo del arma", un arma del que además conocía que era un revólver sin licencia, que había sido alterada con un punzón para borrar su número y que tuvo en su poder durante al menos 30 horas después del crimen.
Durante la vista, el abogado de Montserrat González y Triana Martínez ha cuestionado el relato de hechos que dan por probadas las dos sentencias. El letrado ha puesto en duda, sobre todo, la secuencia de llamadas y de los pasos dados por las tres acusadas en los momentos posteriores al crimen y que supuestamente demuestran la connivencia de la madre y la hija para asesinar a Carrasco. El recurso del abogado trata de desvincular del crimen a la joven, que ha negado desde el principio que planeara junto a su madre matar a la que fuera su jefa. La madre, autora confesa de los disparos, también aparta a su hija de los hechos y asegura que preparó el crimen sola y en secreto.
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