Música callejera y tapas veganas en Lavapiés
Pinchos ‘low cost’, conciertos gratuitos y títeres para niños protagonizan la sexta edición de Tapapiés
“Es una fiesta auténtica que mezcla las cañas con los colegas, las buenas tapas y la música en directo en la calle, que es algo que se está perdiendo”. Raúl del Amo, cantante de El sombrero del abuelo, resume así el espíritu de Tapapiés, una iniciativa que mezcla un concurso gastronómico en el que los bares de Lavapiés compiten por ofrecer el mejor pincho a bajo precio con conciertos gratuitos como el que ofrecerá su propia banda hoy a las 20.30 en la calle Embajadores 37. Habrá, además, actuaciones de títeres para el público infantil. Las actividades se desarrollan en el barrio hasta el próximo domingo, 30 de octubre.
“La principal novedad este año son las tapas vegetarianas y veganas, porque reflejan las nuevas tendencias de la sociedad, los gustos gastronómicos están cambiando y se opta por una gastronomía más saludable”, explica Manuel Díaz, jefe de prensa de Tapapiés. En esta edición, se ofrecen 120 pinchos distintos, de los cuales 56 son vegetarianos o cuentan con una opción sin carne o sin pescado. Todas las tapas se pueden consultar en el libro del evento -que se entrega gratuitamente en los bares y puede verse en la app de la marca-, que indica si la tapa es vegetariana o apta para veganos, o bien si tiene opción vegetariana.
La sexta edición es de récord: son ya 120 los locales participantes, entre los cuales hay 88 bares, 26 puestos del Mercado de San Fernando y seis puestos del Mercado de Antón Martín. “Hace seis años, empezamos con tan solo 30 participantes, así que es un auténtico éxito”, dice Díaz. Cada establecimiento vende la tapa a 1,50 euros, y por un euro más se puede tomar además un botellín o una caña de Estrella Damm. Luego, los asistentes -el año pasado, 90.000- deben votar en la web o app el mejor pincho y el mejor concierto.
Precisamente las actuaciones gratuitas son la otra pata de la cita en Lavapiés. Actúan 30 bandas en 58 conciertos durante los dos fines de semana, del 21 al 23 y del 28 al 30 de octubre. Se celebran en plazas como Agustín Lara, Antón Martín, Lavapiés y Tirso de Molina, así como por las calles de Embajadores, Argumosa, Lavapiés, Miguel Servet y Santa Isabel. Algunos músicos son de Madrid, otros del panorama nacional y también hay grupos extranjeros. “Son bandas de fusión, con una amalgama de estilos, de la rumba al rock and roll, y del hip hop a la música balcánica. Tapapiés les sirve como plataforma de lanzamiento para darse a conocer en Madrid”, señala el responsable de prensa.
Coincide el cantante de El sombrero del abuelo, banda que repite tras la buena acogida de su actuación el año pasado. “Esta cita, como cualquiera que te ayude a tocar en la calle, hace que te vea gente que no te conoce, y eso siempre es positivo. Nuestro proyecto no pasa desapercibido por el abanico de estilos que mezclamos, por lo que muchos espectadores luego compran el CD o buscan información sobre el grupo”. Del Amo añade que tocar en Lavapiés es una experiencia que sienten cercana: “muchas de nuestras letras hablan del barrio, como Lo insoluble de este cuento o Príncipe de los aseos, así que tocamos en casa”.
Entre la treintena de conjuntos que traerán sus ritmos a Tapapiés están los africanos África Sans Fronthier, los mediterráneos Darawish, y varios grupos de fusión españoles como Entre coche y andén, Shambaiala, Tabarilea, Candeleros y Zambura. Además, hay grupos inclasificables como Lost in translation o La Vallekana Sound System, que mezcla rap, flamenco, regae y ska. También podrá verse el cabaré castizo de Laura Inclán, que actualiza canciones castizas, muchas de ellas referidas al barrio de Lavapiés.
Tres compañías de títeres y una de circo animarán las mañanas de la cita: Le Guignol Orthopedique, La Íntegra teatro y Periplo Marionetas, además de la circense Máximo Óptimo. Estas actuaciones serán los sábados y domingos a las 12.30 en la plaza de Agustín Lara. “Niños y mayores, bares y comercios se integran con las plazas, la gente sale a la calle, el barrio está muy vivo estos días”, resume Manuel Díaz.
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