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El favorito a liderar el UKIP, que fue agredido por un compañero, deja el partido

Steven Woolfe huye de "la espiral de muerte" en que se encuentra la formación antieuropea tras la dimisión de Farage

Steven Woolfe, eurodiputado del UKIP.Foto: reuters_live | Vídeo: LEON NEAL (AFP) / REUTERS-QUALITY
Pablo Guimón

Steven Woolfe, el candidato favorito para liderar el UKIP, ha abandonado el partido antieuropeo debido a "la espiral de muerte" en la que se encuentra tras la dimisión de Nigel Farage. Woolfe, uno de los 22 eurodiputados del UKIP, fue hospitalizado hace dos semanas después de recibir un golpe en un altercado con un compañero de partido, Mike Hookem, durante una reunión de su grupo parlamentario en Estrasburgo.

Apoyado por Arron Banks, el mayor donante del UKIP, Woolfe parecía el mejor situado para sustituir a Farage, cuando este dimitió tras la victoria del Brexit en el referéndum. Pero no se le permitió concurrir por haber presentado su candidatura unos minutos después de cerrarse el pazo. Finalmente fue Diane James quien se impuso en la contienda, pero dimitió el pasado 5 de octubre, tan solo 18 días después de ser elegida. “Ha resultado claro que no tengo la autoridad suficiente ni el apoyo de todos mis colegas eurodiputados ni oficiales del partido para implementar los cambios que creo necesarios”, dijo James entonces.

Tras la dimisión de James, Farage se volvió a hacer cargo temporalmente de la formación descabezada. Woolfe parecía tener vía libre esta vez, pero la trifulca en Estrasburgo dejó claro que no lo tendría fácil. Ayer, el eurodiputado aseguró que ha llegado a la conclusión de que "las luchas internas y la toxicidad" hacen al partido ingobernable ahora que carece de los dos elementos que lo unían: el liderazgo de Farage y la causa del referéndum europeo.

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Tras saber que no podría participar en la primera contienda por el liderazgo, desatada por la dimisión de Farage, Woolfe reconoció que se estaba planteando abandonar el partido y unirse a los tories. Ese, según diferentes testimonios, fue el origen del altercado que acabó con Woolfe en el hospital.

No es Woolfe el único miembro del UKIP que se ha sentido atraído recientemente por el Partido Conservador. El propio Banks, cuyo apoyo financiero es vital para el partido, ha expresado su satisfacción con la dirección del nuevo Gobierno tory. Fortalecido hace unos años el emergente partido antieuropeo por las deserciones de tories a sus filas, la tendencia es ahora la contraria. Muchos ven en las políticas de Theresa May lo que buscaban en la formación populista. El propio Farage reconoció que muchas de las ideas que defendió la primera ministra en sus discursos en el congreso del partido en Birmingham, hace dos semanas, las había expresado él en anteriores congresos del UKIP.

Paradójicamente, el logro de su misión vital, el Brexit, ha sumido al partido en una profunda crisis existencial. El UKIP era una amalgama de diversas sensibilidades políticas unidas por dos pilares: el antieuropeísmo y Nigel Farage. Sin ellos, el partido sufre para encontrar una nueva razón de ser y un proyecto. En las elecciones generales de 2015, el UKIP fue la tercera formación más votada, con un 12,6% de las papeletas. Pero, debido a un sistema electoral que castiga a los partidos pequeños y la dispersión geográfica del voto, solo obtuvieron un escaño en el Parlamento.

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Ahora el liderazgo del partido vuelve a ser una lucha abierta e imprevisible. El partido planea un proceso de elección corto que permita anunciar el nuevo liderazgo antes del final de noviembre.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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