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Un palestino mata a tiros a dos israelíes en Jerusalén

Las víctimas son una transeúnte y un policía israelí. El atacante, ligado a Hamás, fue abatido cuando huía

Un trabajador del servicio de emergencias mira dentro del vehículo que utilizó el asaltante.Vídeo: R. Zvulum / EFE
Juan Carlos Sanz

Jerusalén ha revivido en la mañana de este domingo escenas de violencia que parecían olvidadas desde el fin de la Segunda Intifada, en 2005. Las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia israelíes se han desplegado en gran número en torno a la estación de tranvía de la Colina de la Munición, cerca del cuartel general de la policía, donde un palestino armado que abrió fuego desde su vehículo y emprendió luego la huida abriéndose paso a tiros ha causado la muerte de dos israelíes y ha herido a al menos otros cuatro.

Las víctimas mortales son una mujer de 60 años que pasaba por el lugar y un agente policial de 29 que intentó detener al agresor. Ambos habían sido ingresados en el hospital Hadasah-Monte Scopus en estado crítico, pero fallecieron poco después a consecuencia de sus graves lesiones, según informaron fuentes sanitarias. El movimiento islamista Hamás reclamó la responsabilidad del atentado.

El atacante –Musbah Abu Subeij, un palestino de 39 años vecino del barrio de Silwan, en el territorio palestino ocupado y anexionado de Jerusalén Este– fue abatido a tiros minutos más tarde por la policía cuando escapaba a pie tras haber abandonado su coche en el barrio de Sheij Jarraj, en un punto cercano a la sede del Consulado General de España. La Colina de la Munición se encuentra en la zona por la discurría la Línea Verde, que mantuvo dividida la Ciudad Santa en una parte judía y otra árabe desde el armisticio de 1949, que puso fin a la llamada guerra de la Independencia de Israel, hasta la guerra de 1967 o de los Seis Días.

“Sacrificó su dinero y años de su vida por Al Aqsa y por Jerusalén. Su principal preocupación era defender la mezquita", rezaba el comunicado difundido por Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza. En el texto se aseguraba que su militante Abu Subeij había “elegido el camino de los muyahidin (combatientes)” del movimiento islamista, y había cumplido condenas en cárceles israelíes”. Estaba convocado por la policía para que se entregara en las próximas horas antes de cumplir una sentencia de cuatro meses de cárcel por agresión a un policía.

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El ataque se produce poco después de la festividad del Año Nuevo judío y en vísperas del Yom Kimpur, el Día del Arrepentimiento que paralizará toda actividad pública desde la noche del martes hasta la del miércoles. Precisamente hace ahora un año, se inició la mayor ola de violencia registrada en Israel y los territorios palestinos desde la Segunda Intifada. En su mayoría se trataba de agresiones con cuchillo, aunque también se han producido atropellamientos con vehículos y atentados con armas de fuego.

En la Intifada de los lobos solitarios, así llamada por estar protagoniza por individuos sin aparente coordinación entre sí, han perdido la vida hasta ahora 36 israelíes, 5 extranjeros y 232 palestinos, unos dos tercios de los cuales fueron abatidos por las fuerzas de seguridad al ser considerados atacantes. Los responsables israelíes achacan la ola de ataques a la incitación a la violencia transmitida través de las redes sociales. El ministro de Seguridad Pública. Gilald Erdam acusó a las compañías que administran las redes en Internet de “ser directamente responsables” de lo ocurrido este domingo. “Es escandaloso que Facebook haya reabierto la página de Hamás la semana pasada”, dijo.

Los dirigentes palestinos creen que la violencia se debe a la frustración causada por casi medio siglo de ocupación israelí de su territorio, agravada tras la ruptura del diálogo de paz desde hace dos años y medio. El atacante palestino había dejado escrito dos días atrás en su página en Facebook: “Al Aqsa es una responsabilidad que nos ha sido confiada”. Se refería a la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del islam, en la ciudad antigua de Jerusalén. Los judíos denominan al recinto Monte del Templo, y suelen visitarlo durante las celebraciones judías en memoria de los desaparecidos templos bíblicos, en una práctica que ha generado enfrentamientos en el pasado. Las fuerzas de seguridad israelíes mantuvieron sellados los territorios palestinos durante dos días en el Año Nuevo judío, y el Ejército ha enviado un batallón de refuerzo de Hebrón, donde tres o cuatro centenares de colonos ocupan la mayor parte del centro histórico de una ciudad de casi 200.000 habitantes.

“La violencia se ha mantenido en un perfil bajo en los últimos meses por la cooperación entre los servicios de seguridad interior (Shin Bet) de Israel y las fuerzas de seguridad palestina”, sostiene Amos Harel, corresponsal de Defensa y Seguridad de Haaretz en un análisis publicado tras el atentado. “Pero las críticas al presidente Mahmud Abbas por su asistencia al funeral del expresidente israelí Simón Peres pueden provocar ahora un repunte de los ataques”, agrega. A lo que se suma la presunta batalla política abierta por la sucesión de Abbas, de 81 años, que fue hospitalizado la semana pasada para que se le practicara un cateterismo tras sentirse indispuesto, y que tiene previsto someterse próximamente a una exploración cardiológica en Jordania.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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