El helicóptero de un senador mexicano que aterrizó “por error” en una reserva ecológica
La aeronave en que viajaba el priista Emilio Gamboa descendió sobre una zona protegida del Estado de Yucatán, la autoridad ya impuso sanciones e investiga los daños
El parque nacional ‘Alacranes’, ubicado en el Estado mexicano de Yucatán, es la reserva de coral más grande del Golfo de México, por lo cual es un área natural protegida desde 1994. Esta declaratoria permite la conservación de ese recurso natural, pero también “ofrece posibilidades de educación, esparcimiento y recreación a sus visitantes”, según la descripción de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Uno de esos visitantes fue el senador priista Emilio Gamboa, quien aterrizó en helicóptero en la reserva dejando daños que aún son investigados por las autoridades ambientales.
El fin de semana, un helicóptero descendió en el parque nacional ‘Alacranes’ sin permiso, dañando –al menos- una lancha tipo dingui de los trabajadores locales, quienes grabaron un video del aterrizaje y lo distribuyeron en redes sociales. Horas después, se supo que quien viajaba en la aeronave era Emilio Gamboa, coordinador de los senadores del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado. Los lancheros estaban molestos con “la prepotencia” de los turistas, pero la molestia creció cuando se reveló la identidad del paseante. La reacción de Gamboa tardó más de un día en llegar, cuando emitió un comunicado en el que lamentó el descenso en esa zona y dijo que se trató de “un error”.
El legislador explicó que llegó hasta la reserva natural por invitación de Emilio Díaz Castellanos, empresario yucateco con inversiones en el sector turístico y amigo personal de Gamboa. De acuerdo con la versión del senador, Díaz rentó el helicóptero para trasladarse a ‘Alacranes’ y, una vez ahí, abordarían un barco propiedad del hotelero. “Me enteré que el viento provocado por el helicóptero causó molestia a embarcaciones y daños a un dingui, y sé que ya fue reparado”, dijo como disculpa el priista.
Reconozco el error cometido por el helicóptero en la Isla de Alacranes y estaré atento a las investigaciones. Lamento los hechos sucedidos. pic.twitter.com/yWlKOBgSzf
— Emilio Gamboa Patrón (@Emilio_Gamboa_) October 3, 2016
Pero la “molestia” se convirtió en denuncia ciudadana y la Procuraduría ambiental anunció el domingo por la noche que investigaría los posibles daños causados a la reserva para deslindar responsabilidades. Para el miércoles, ya había intervenido también la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del ministerio de Comunicaciones, que informó de las sanciones que impondrá a la empresa y el piloto de la aeronave: un total de 2.365.000 pesos (unos 123.000 dólares).
“A la empresa Heliservicio, operadora de la aeronave Bell modelo 412EP se le podrá aplicar una multa de alrededor de dos millones de pesos por modificar sin autorización el plan de vuelo, así como por operar en aeródromos no autorizados”, indica el comunicado de la DGAC. En el caso del piloto, la sanción correspondiente es de 365.000 pesos “por desobedecer instrucciones del operador aéreo”.
El parque nacional ‘Alacranes’ aloja 116 especies de aves entre residentes, migratorias y ocasionales, algunas de las cuales se consideran especies amenazadas, cuatro están sujetas a protección especial y dos corren peligro de extinción. También habitan en la zona 136 especies de peces y 24 tipos de tiburón, así como cuatro especies de tortugas marinas, también en riesgo de extinción. En cuanto a la flora, la reserva tiene dos tipos de mangle, ubicadas por la autoridad en la categoría de protección especial, pero la ‘joya’ de esa corona son las 34 especies de coral que posee. Pese a ello, el arrecife soporta importantes pesquerías comerciales como la langosta, de acuerdo con la Comisión de Áreas Protegidas, por lo cual es constante la presencia de trabajadores en la zona.
El Estado de Yucatán, en el sureste mexicano, es uno de los más ricos en cuanto a recursos naturales se refiere, al verse favorecido por el flujo de varias corrientes marítimas en el Golfo de México. Muchos de sus terrenos son casi vírgenes y hay una constante pugna por defenderlos de los intereses económicos, que buscan explotar su enorme potencial turístico.
