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Santos se reunirá con Uribe para buscar una salida al proceso de paz

El presidente se verá este miércoles con su antecesor y con Andrés Pastrana, los dos exmandatarios que apoyaron el 'no'

Javier Lafuente

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se reunirá este miércoles con sus predecesores, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, los dos exmandatarios críticos con las negociaciones con las FARC, para tratar de buscar una salida al proceso de paz después de la victoria del 'no' en el plebiscito del domingo. Horas antes del anuncio del presidente, Uribe había asegurado que estaría dispuesto a sentarse con Santos, lo que no ha ocurrido en los cuatro años de negociaciones con la guerrilla.

Álvaro Uribe, en el Senado.
Álvaro Uribe, en el Senado. Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Para el presidente Santos, tocado políticamente tras los resultados del domingo, lograr un consenso con Uribe, con quien no se habla, es capital. De ahí que, antes de anunciar que se reunirá con él este miércoles, designara un equipo del más alto nivel para que se reúna con los delegados de su predecesor: el jefe negociador con las FARC, Humberto de la Calle; la jefa de la diplomacia, la canciller María Ángela Holguín (también negociadora) y el representante de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien integró el equipo de La Habana al inicio de las conversaciones. Por parte del Centro Democrático estarán los tres portavoces de la campaña del ‘no’: Iván Duque, el excandidato presidencial Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo.

El futuro del proceso de paz de Colombia se ha convertido en una partida de ajedrez de incierto final. El Gobierno y las FARC tuvieron en jaque a la guerra que durante 52 años atravesó el país, con más de ocho millones de víctimas. En el último movimiento, todo saltó por los aires. Los colombianos rechazaron el acuerdo en el plebiscito del pasado domingo. La figura del abanderado del ‘no’, el expresidente Álvaro Uribe, se ha convertido ahora en la reina de una partida sobre la que planea un enroque monumental. Ni Uribe ni las FARC dan visos de ceder en sus planteamientos ni aclaran dónde estarían los espacios de cesión necesarios para avanzar.

El rechazo a los acuerdos entre el Gobierno y la guerrilla ha abierto la puerta a un tercer actor que se antoja determinante para salir del limbo en el que encuentra el país. Uribe, máximo opositor a las negociaciones desde hace cuatro años, juega ahora un papel decisivo. Pese a que ha moderado el tono de su discurso  –ya no hay referencias a la entrega del país al castrochavismo- e insiste en la necesidad de evitar regresar a la guerra, no termina de aclarar cuáles son sus propuestas para que eso no ocurra.

Lo único claro, a tenor de las declaraciones de los últimos días, es que los planteamientos de Uribe chocan frontalmente con los de las FARC. La guerrilla mantiene que el plebiscito ha evidenciado que en Colombia hay un problema político, una profunda división de la sociedad, por lo que para ellos no es necesario retocar el texto firmado entre el presidente, Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko. Los máximos dirigentes de la guerrilla, a través de las redes sociales, han insistido en que el texto tiene el estatus de Acuerdo Especial y que fue depositado ante el Consejo Federal Suizo en Berna, lo que le da un “innegable e irrevocablemente efecto jurídico”. En otras palabras, la guerrilla sugiere que se pase por alto el resultado del plebiscito.

El mensaje de Uribe y de los partidarios del ‘no’ chocha frontalmente con esa posición. ”Este no es un problema solamente político. Aquí hay un problema jurídico muy hondo”, aseguró el hoy senador durante su intervención en la Cámara el lunes y repitió un día después en las diversas entrevistas que concedió en medios colombianos. “Nosotros no habríamos dado esta batalla por un tema mínimo, nosotros hicimos esta batalla por convicciones profundas”, insistió Uribe.

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El exmandatario ha dado a entender que su intención no es iniciar una nueva negociación del acuerdo de paz –ni participar en las conversaciones con las FARC directamente-, sino introducir algunas modificaciones, sin precisar cuáles. Mientras, insiste en plantearse la predisposición del Gobierno a aceptar sus objeciones. “¿Habrá disposición para escuchar e introducir modificaciones? Humberto de la Calle y otros nos escucharon mucho en el pasado, lo que queremos en que tengan en cuenta nuestros argumentos e introducir cambios”, dijo en el Senado

Durante su intervención en la Cámara Uribe planteó como novedoso la posibilidad de que se otorgue una amnistía a los guerrilleros rasos de las FARC e insistió en la necesidad de que se les garantice una “protección efectiva”. “Sí creo que es urgente darles esa protección en aras de que no haya violencia”, aseguró. Ambos planteamientos están ya incluidos en las 297 páginas del acuerdo firmado entre el Gobierno y las FARC.

Uribe sí hizo hincapié en que una de sus preocupaciones es la seguridad jurídica de los integrantes de las Fuerzas Armadas y pidió que se “estudie la posibilidad de que se tramite en el Congreso el alivio judicial, sin impunidad, a los integrantes de las Fuerzas Armadas”. El expresidente no aclaró a qué se refiere con ese alivio, aunque durante toda la negociación con las FARC ha criticado que se haya equiparado a los militares con la guerrilla.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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