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Tentaciones
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'No respires', la película de terror 'indie' que desbancó a 'Escuadrón Suicida'

Con solo nueve millones de dólares de presupuesto, el film del uruguayo Fede Álvarez, que se estrena este viernes en España, ha conquistado la taquilla americana. ¿Su secreto? Una historia en la que robar a un ciego le sale muy caro a sus protagonistas...

La segunda película del uruguayo Fede Álvarez se ha convertido en el inesperado fenómeno cinematográfico de finales del verano. Ha recaudado en su primer fin de semana en EE UU 26 millones de dólares, desplazando a la potente Escuadrón suicida y ha dado toda una lección a la hora de hacer cine, teniendo en cuenta que la producción no pasó de los nueve millones de presupuesto.

No respires (Don't Breathe), que se estrena en España este viernes, es un thriller intenso de principio a fin, una joyita del cine de suspense que tiene como protagonistas a tres jóvenes que pretenden cambiar sus miserables vidas robando a un invidente que esconde una gran fortuna en su casa. Lo que parece un asalto sencillo y fácil de ejecutar se convierte en una pesadilla para sus protagonistas: el ciego es una especie de mercenario despiadado que no está dispuesto a dejarse ningunear.

La idea de No respires partió de este personaje, apodado ‘Hombre ciego’, un veterano que perdió la visión en la Guerra del Golfo y que acaba recluido en casa tras el fallecimiento de su hija, atropellada en un accidente de coche. Poco saben los futuros ladrones de pequeños hurtos del tipo al que se van a enfrentar. Para el director, el Hombre Ciego, interpretado por Stephen Lang (chungo ya en Avatar), es “un personaje inusual, muy hábil. Un completo cabrón. Muy alejado de esos personajes con discapacidad que son nobles”. En esa ambigüedad del cazador cazado (¿quién es aquí el malo?) radica la fortaleza de este inquietante y sombrío thriller, ambientado en un deprimente barrio de Detroit que ya da miedo de por sí, con una casa laberíntica, de pasillos oscuros y recovecos llenos de sombras.

'No respires' carece casi de diálogos. Ante un hombre ciego, las palabras, la respiración, un paso mal dado… es una trampa mortal

Con guión del propio director junto a Rodo Sayagues, la película está producida por Sam Raimi, el director de culto que ya trabajó con el uruguayo en el remake de su película Posesión infernal (2013). Para Raimi, el Hombre Ciego permite “crear una tensión tanto con las imágenes como con el sonido”, un aspecto éste que crea una desazón constante, ya que No respires carece casi por completo de diálogos. Ante un hombre ciego del que escapar, las palabras, la respiración (“no respires”), un paso mal dado, el más mínimo ruido… se convierte en una trampa mortal.

Y lo que es aún peor, todo parece real, como reconoce el director: “El suspense del filme está basado en cosas que realmente podrían ocurrir. Eso es algo que a mí me da mucho más miedo”. Como ser atacado por un rottweiler. Y si no que se lo digan a la protagonista, Jane Levy, que vuelve a sufrir lo suyo tras protagonizar Posesión infernal, donde, recordemos, era enterrada viva. Para Levy, ojo, su experiencia en No respires fue peor: “El perro parecía estar fuera de sí. Estaba convencida de que me iba a comer viva si su dueño, un húngaro gigante, lo soltaba”.

El guiño al sanguinario Cujo de Stephen King se mezcla con la hilaridad propia de tramas home invasion al estilo Solo en casa. Pero al contrario de aquella, en la que los ladronzuelos torpes nos importaban un pito, en No respires no nos queda otra que empatizar con los tres chavales. Aunque “les mueve algo turbio” como reconoce el director, “tendrás que elegir quién es el bueno y quién, el malo”. Mientras Rocky (Jane Levy) es una mujer sentida que sabe lo que quiere (dinero para huir con su hermana a California), sus dos colegas varones son el día y la noche: Alex (Dylan Minnette, el prota de Pesadillas), siempre dispuesto a razonar la situación, y el impulsivo Money (Daniel Zovatto, Fear The Walking Dead), un chico de la calle que reacciona sin pensárselo dos veces.

No respires ha arrasado en taquilla en EE UU y seguramente también lo haga en España en su  estreno. Una escalofriante historia que podría inspirarse en hechos reales, llena de silencios asfixiantes y giros inesperados, y que ha logrado llenar los cines gracias a un suspense tan turbador como elegante.

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