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“Este título es para los que no creían en mí”

LeBron James se reivindica y Curry dice no tener excusa por su bajo rendimiento en la final

LeBron James. tras la victoria de los Cavaliers.Foto: atlas
Robert Álvarez

LeBron James y Stephen Curry nacieron en el mismo hospital de Akron. Pero Curry no se siente de Ohio puesto que ya desde muy joven y siguiendo los pasos de su padre Dell, su vida transcurrió en Carolina del Norte. Las carreras de ambos han convergido hasta convertirlos en la cara de la mayor rivalidad en la NBA durante los dos últimos años. Los dos deseaban reivindicarse en la final. LeBron se salió con la suya y se desquitó de su derrota, hace un año, ante Curry y los Warriors.

“Este título es para nuestra ciudad, para Ohio, para toda población local después de lo que ha vivido en el deporte durante los últimos cincuenta años”, proclama LeBron que había disputado ya dos finales con los Cavaliers y las dos las había perdido, ante San Antonio (4-0) en 2007 y ante Golden State el año pasado (4-2). “Nuestros aficionados han continuado apoyándonos, han seguido creyendo en nosotros. Merecían el título. Creo que la celebración del título será una de las fiestas más grandes en la historia de Cleveland. Yo volví por una razón: darle el título de campeón a esta ciudad. Sabías que era capaz después de lo que aprendí en Miami (2010-2014). Sabía que teníamos todos los ingredientes para conseguirlo y que podía ayudar a este equipo a alcanzar el nivel que nunca había alcanzado”, prosiguió el jugador que en su día fue el más odiado de la NBA, según algunas encuestas, tras anunciar que dejaba Cleveland para recalar en Miami en un programa de televisión.

En un séptimo partido de una final, yo no temo a nadie porque sé de lo que soy capaz” LeBron James

“Cuando volvimos de Oakland tras el cuarto partido (derrota en Cleveland), les dije a mis compañeros que era necesario ir de partido en partido, intentar alargar la serie. Creyeron en mí, en lo que yo les repetía cada día. Soy el líder, yo creía, nadie más creía en nosotros fuera del equipo y de nuestra afición. Todo el mundo repetía que Golden State era invencible en su cancha y recordaban que habían ganado 73 partidos en la temporada regular. Pero en un séptimo partido de una final, yo no temo a nadie porque sé de lo que soy capaz”.

LeBron James disputaba su sexta final consecutiva, la séptima de su carrera. Ganó dos con Miami, pero muchos le critican por haber respondido, de momento, a las expectativas que, desde que tenía 17 años, le situaban como sucesor de Michael Jordan. Tal vez por ello, LeBron siempre se ha mostrado cauto y no se ha sentido del todo bien tratado por la prensa y la opinión pública. “La gente no creía en nosotros. Después de 13 años en los que no he hecho otra cosa que dedicarme en cuerpo y alma a nuestro deporte y la gente todavía dudaba sobre lo que yo era capaz. Ha sido un poco la guinda sobre el pastel para mí demostrarles que tenía palabra, que este título es el resultado de mucho, muchísimo trabajo. Este título es para los que no siempre creen en mí”.

Es duro, pero ellos han merecido el título. No supimos dar la estocada cuando íbamos 3-1” Stephen Curry

Stephen Curry, MVP de las dos últimas temporadas regulares, admitió que no rindió a su mejor nivel en la final ante Cleveland. “No he jugado mi mejor baloncesto durante la mayor parte de la final. No he hecho bastante para que mi equipo ganara. No es un sentimiento agradable y es algo que no estoy dispuesto a olvidar porque para mí es importante ser un líder”, indicó Baby Face.

El máximo anotador durante la temporada regular, con una media de 30,1 puntos, se quedó en el séptimo partido en 17 puntos, para una media de 22,6 en la final, con un porcentaje por debajo de lo habitual en él, un 31,6%. “No hay ninguna explicación, ninguna excusa. Yo estaba dispuesto a jugar, lesionado o no, y solo cuenta el resultado”, respondió cuando se le requirió en torno a los rumores de que jugó con molestias de sus últimas lesiones en una rodilla y en un hombro, causa principal de que haya renunciado a participar en los próximos Juegos de Río. “Necesito descanso, está claro. Pero no está programada ninguna operación. Tengo tres meses por delante y regresaré más fuerte la próxima temporada”, indicó. “Ellos han merecido el título. No supimos dar la estocada cuando dominábamos por 3-1. Es duro”, concluyó.”

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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