La Policía reprime una protesta de personas discapacitadas en Bolivia

Un grupo de personas con discapacidad fue reprimido por la policía boliviana cuando hacía un nuevo intento de llegar hasta las oficinas presidenciales en La Paz, justo un mes después de haber comenzado sus protestas en esta ciudad. Se reportó cuatro heridos y la detención de seis personas que, según el gobierno, no tienen discapacidad y usaron “punzones y químicos” contra los policías apostados detrás de las rejas provisionales que sirven para cerrar los accesos a la plaza principal de la capital.

Un grupo de alrededor de un centenar de personas con diferentes problemas de salud llegó hace un mes a La Paz luego de recorrer casi 400 kilómetros a pie, ayudándose con muletas y sillas de ruedas. Estas marchas de largo aliento son tradicionales en el país, pero, por razones obvias, esta resultó particularmente conmovedora.

Desde su arribo a la sede del gobierno los “discas”, como se llaman a sí mismos, han organizado protestas casi diarias en las calles, han acampado en el centro de la ciudad y han tratado varias veces de llegar al palacio de gobierno, que está vedado para los manifestantes desde hace una década. En estas ocasiones fueron reprimidos por la policía, lo que ha dado lugar a escenas patéticas que aparecieron en los medios impresos y televisivos de Bolivia y el mundo. En una ocasión, quienes usan sillas de ruedas se colgaron con ellas de los pasos peatonales, como modo extremo de presionar a las autoridades para que les den una respuesta favorable a su pedido.

Las personas con discapacidad demandan un subsidio mensual de 500 bolivianos, unos 73 dólares, en lugar de la ayuda anual de 150 dólares que reciben en la actualidad. El gobierno ha negado varias veces la factibilidad de conceder esta pensión, pues demandaría una suma millonaria que, según las autoridades, el Estado no se halla en condición de erogar continuamente. En Bolivia existen 300 mil personas con alguna forma de discapacidad, mientras que solo el 20% de la población cuenta con seguridad social.

Para atenuar el conflicto, el Ejecutivo ha ofrecido otros beneficios a este colectivo, entre ellos empleos y acceso subvencionado a la salud, logrando acuerdos con algunos sectores. Sin embargo, el grupo que protagonizó la marcha ha mantenido su exigencia inicial, pese a que sus acciones causan cada vez menos impacto en la población.