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Segundo asalto de Capablanca

José Raúl Capablanca arrancó de manera fulgurante en el torneo de San Petesburgo de 1914, donde firmò esta obra de arte

Leontxo García.
Leontxo García

Tras su salto a la fama mundial con la victoria en el torneo de San Sebastián en 1911, el cubano José Raúl Capablanca encadenó varios éxitos en América y Europa, dejando muy claro que era un firme candidato al título mundial. Además, el Gobierno cubano le dio un puesto de trabajo en el Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que le proporcionó un sueldo que le permitía no depender de los premios de los torneos, además de darle privilegios propios de los diplomáticos.

Por si hiciera falta una reconfirmación de su gran clase, Capablanca arrancó de manera fulgurante en el torneo de San Petersburgo de 1914, donde participaban casi todos los mejores del mundo, incluido el campeón Emmanuel Lasker, con quien nunca había coincidido. Finalmente triunfó el alemán, pero Capablanca volvió a brillar mucho, como en la partida que se analiza en este vídeo.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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