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Rajoy y Puigdemont: un apretón de manos y poco más

Los presidentes no hablan de política ni agendan una cita en su primer encuentro

El diálogo de Mariano Rajoy con la Generalitat es prácticamente inexistente desde su última reunión con Artur Mas en julio de 2014. Con el nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, ni siquiera había hablado hasta este miércoles, cuando ambos coincidieron en el homenaje a las víctimas del accidente aéreo de Germanwings.

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El diálogo se limitó a un apretón de manos y un breve intercambio de palabras en el que se esquivó la política. No hubo reunión, ni intención de convocarla en un futuro próximo.Ambos presidentes, según fuentes de la Generalitat, quedaron en seguir hablando, pero de ello no se desprendió la intención firme de convocar una cita. “La agenda del presidente de la Generalitat es la misma antes que después de la visita”, subrayaron en el Gobierno catalán, donde resumen el trato entre Puigdemont y Rajoy como frío, pero cordial.Las relaciones entre ambos están enrarecidas desde que Rajoy se negó a llamar por teléfono al presidente catalán para felicitarle por su nombramiento. La incomunicación molestó especialmente en el Gobierno catalán el domingo, cuando el presidente en funciones no contactó con Puigdemont para interesarse por el accidente de autobús de Freginals (Tarragona) ni se desplazó al lugar de la tragedia. Delegó su presencia en el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. “El Gobierno tendrá que valorar hasta qué punto ha estado a la altura en esta situación”, opinó el consejero de Exteriores catalán, Raül Romeva.

Sin información de Renzi

La ausencia del Ejecutivo en funciones fue notable durante la visita del primer ministro italiano, Matteo Renzi, al lugar del accidente, una presencia que generó otro conflicto entre la Administración autonómica y la central. Según la Generalitat, el Ejecutivo no informó a las autoridades catalanas de la visita de Renzi, y fueron fuentes diplomáticas italianas las que advirtieron al Gobierno catalán. Al pie del avión le esperaban Puigdemont y la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna. Después de visitar a las familias de las víctimas en Tortosa, Llanos de Luna abandonó la comitiva. Según fuentes gubernamentales, se trataba de una visita privada y el protocolo para estos casos requiere que se dejara a Renzi solo. Según la Generalitat, el Gobierno quiso que el italiano continuara sin séquito su visita al ver que Puigdemont presidía la comitiva que lo acompañaba. El presidente catalán, que habla italiano, acompañó a Renzi a los hospitales, ya sin ningún representante del Ejecutivo.

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