Garbanzos aligerados
Son fáciles de digerir. No tienen apenas grasa. Y son tan sabrosos que recuerdan al chorizo sin llevarlo. Descubre cómo obrar el milagro de un potaje de garbanzos ligero.
Los garbanzos pueden ser una comida mucho más ligera que los peazo potajes que preparaba tu abuela, con bien de chorizo, de carnaca y de grasaza de cerdo a tutiplén. Incluso pueden ser fáciles de digerir. El objetivo del guiso de hoy es eliminar, dentro de lo posible, todos esos efectos secundarios de los potajes garbanceros -pesadez, flatulencia, malestar general- conservando el máximo de sabor.
Lo primero que haremos es atacar a la propia legumbre quitándole la piel con un método rápido y sencillo: perderemos algo de fibra, pero ganaremos en levedad y limitaremos el efecto cuesco. Después, aumentaremos la presencia de la verdura. Y por último, para no echar de menos el choricillo, le daremos fuerte al pimentón.
Si partes de garbanzos secos, cuécelos y reserva el agua de cocción para usarlo en vez del caldo.
Dificultad: Para estudiantes.
Ingredientes
Para 4 personas
- 600 g de garbanzos cocidos
- 200 g de zanahoria
- 200 g de calabacín
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tomates enteros de lata
- 750 ml de caldo de pollo o de verduras
- 1 cucharadita rasa de pimentón dulce
- 1 cucharadita rasa de pimentón picante (opcional)
- Perejil picado
- 3 cucharaditas de bicarbonato sódico
- Aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
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