Gerard López, el millonario invisible
'El País Semanal' descubre a uno de los españoles más poderosos y menos conocido. Primer inversor en Skype, dueño de un equipo de Fórmula 1, el Ártico es su horizonte.
Pocos conocen a Gerard López. Su trabajo consiste en no hacer ruido. Es uno de los grandes inversores de capital-riesgo mundiales. Menos aún saben que López, nacido en Luxemburgo hace 43 años e hijo de inmigrantes, se crio en una aldea gallega donde no había agua corriente ni más cuarto de baño que la campiña. Y que nunca ha renunciado a la nacionalidad española.
Fue el primero que invirtió en Skype, la aplicación gratuita de transmisión de voz e imagen por Internet, cuando esta compañía era solo un sueño. Era 2003. En 2005 la multinacional del comercio electrónico eBay la adquirió por 4.000 millones y Gerard López obtuvo 400 por una inversión de apenas cuatro millones. Se había hecho muy rico y apenas tenía 33 años. Más tarde apostó por la Fórmula 1, compró en 2009 a Renault su equipo, lo rebautizó Lotus, y se dio a conocer en todo el mundo. Se relacionó con reyes y magnates. Y convirtió a las carreras de coches en su particular plataforma de negocios global.
A través de las carreras de coches conoció y se hizo amigo del líder ruso Vladímir Putin al que invitó a pilotar uno de sus bólidos en algún lugar secreto de Rusia. Hoy forma parte de su círculo de poder y su nuevo sueño consiste en atraer inversiones hacía la región de Yamal, en pleno Ártico, la mayor reserva de gas del mundo, donde todo está por hacer y los retornos financieros a sus inversiones pueden ser inmensos.
'El País Semanal' ha viajado a su lado, en el avión privado que se ha convertido en su oficina volante, desde Moscú al Ártico, para conocer sus proyectos en Rusia; y desde Inglaterra, desde el Motorsport Valley donde tiene su cuartel general el equipo Lotus de Fórmula 1 hasta su remota aldea, Espasande de Baixo, en Lugo, apenas siete casas donde creció y comenzó su andadura. Entre todos estos escenarios surge un perfil apasionante de uno de los españoles menos conocidos y con más poder del mundo.