Ni clon ni marioneta: lideresa
Pertenece uno a los periodistas que reconocieron en Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1984) una creación de Albert Rivera, la Galatea de Pygmalión, la estatua inexpresiva que adornaba el altar de Ciudadanos. Una percepción desbaratada por los imponentes resultados de Ciudadanos. Cuatro o cinco diputados más de cuantos había previsto Arrimadas en sus porras domésticas. Y 750.000 votantes que tiene contabilizados uno a uno, "entre el agradecimiento, el honor y la responsabilidad".