Corregir los efectos de la edad
Cómo disimular las imperfecciones de la piel cuando se superan los 40 años Éric Antoniotti, de Clarins, comparte sus trucos para conseguir un rostro fresco y luminoso
Resulta inevitable: el paso de los años va dejando su huella sobre la piel. Pequeñas arrugas, manchas, ojeras y signos de descolgamiento se instalan en los rostros, incluso en los más armoniosos. Pero los profesionales de la belleza y las firmas cosméticas, que realizan millonarias inversiones en investigación, están ahí, prestando su experiencia y lanzando productos cada vez más innovadores para ayudar a las personas que ya no tienen 20 años.
Éric Antoniotti, director artístico y de formación de la firma Clarins, se pone manos a la obra para mostrar cómo disimular las imperfecciones de una piel madura y conseguir la base más perfecta posible para continuar con un maquillaje sofisticado o salir a la calle con un rostro ligeramente aderezado pero con una apariencia muy natural.
El primer paso siempre es preparar la piel; redensificarla para poder obtener un maquillaje de gran resultado óptico. Para conseguirlo se debe aplicar un contorno de ojos y después un serúm. Ambos deben calentarse con los dedos y después hacerlos penetrar con ligeras presiones, sin olvidar el cuello.
Después le llega el turno a los productos específicos que se encargan de matizar las arruguitas que afean el contorno de los ojos. Y cuando finaliza este paso (¡ojo, no son necesarias grandes cantidades de producto!), le llega el turno a la base de maquillaje. Antoniotti recomienda mezclar el tono adecuado para cada piel con una pequeña cantidad de serúm y aplicar con brocha. Una forma de alisar y disimular las imperfecciones que solo pretende potenciar la belleza natural y no centrar la mirada en el maquillaje propiamente dicho.
Unos toques de antiojeras -si el cansancio las hace visibles-, polvos de sol y colorete, todos ellos muy difuminados para que se fundan unos con otros, conseguirán un efecto de rostro fresco y rejuvenecido.