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Android Wear se instala en los relojes de LG y Motorola

Google quiere reeditar con este sistema operativo para 'wearables' lo conseguido en los móviles

Vídeo promocional de Android Wear.

Google ha anunciado una plataforma de software para relojes inteligentes y otros aparatos wearables, con sistema Android. La plataforma servirá para facilitar el desarrollo de aplicaciones para todos esos aparatos.

La plataforma, llamada Android Wear, comenzará a aprovecharse con los smartwatch LG G y Moto. Gracias al uso común de este sistema, todos los aparatos que lo empleen tendrán un funcionamiento similar en las órdenes de voz y otras funciones que se adapten a los aparatos. Así, la orden de voz "OK, Google" para cambiar de función en Google Glass o realizar preguntas, se extenderá también a relojes y pulseras de otros fabricantes.

Android Wear proporcionará la información que necesite el aparato, como actualizaciones de las aplicaciones, los post de las redes sociales o la mensajería instantánea; también Android Wear será capaz de recordar la actividad física diaria o dar en tiempo real, velocidad y distancia recorrida. Gracias a Android Wear se podrá controlar desde el reloj el resto de aparatos de la casa y cambiar, por ejemplo, la música del teléfono o elegir la película del televisor.

Google informa que ya está trabajando con esta plataforma con los fabricantes Asus, HTC, LG, Motorola y Samsung; los fabricantes de chips Broadcom, Imagination, Intel, Mediatek y Qualcomm; y marcas como Fossil para que sus relojes funcionen con Android Wear.

Según la consultora Deloitte, este año se venderán hasta 10 millones de gafas, relojes y pulseras inteligentes, aunque las gafas inteligentes serán el dispositivo estrella con 4 millones de unidades vendidas, que generarán junto a relojes y pulseras unos ingresos de 2.155 millones de euros.

Google, con este sistema pensado para los wearables, intenta reeditar el éxito de su Android para smartphones, que lo llevan tres de cada cuatro móviles que se venden. Y se lanza meses antes de que salgan modelos con otros sistemas, como podría ser el reloj de Apple con iOS o el sistema Tizen, que promueve Samsung entre otros.

Android Wear se centra en las respuestas rápidas. Da mucha información pero la interacción es mínima. El móvil seguirá sirviendo para mandar un correo o leer Facebook, pero el reloj servirá para ver las tareas pendientes del día, ver cómo llegar a un sitio en el mapa o enseñar el código de la tarjeta de embarque para subir a un avión.

La clave para ir un paso por delante estriba en Google Now!, un buscador interno que sabe qué páginas web se visitan con más frecuencia, qué equipo de fútbol nos gusta para presentar el marcador durante y después de los partidos, el tiempo estimado para llegar a casa, al trabajo o a ese bar que frecuentamos cada miércoles con los amigos. A medida que se usa, se adapta a las costumbres de cada uno.

Su manejo por voz, con el “OK Google” como voz más usada recuerda, en parte, a Siri, el asistente de Apple, salvo por algunos detalles, como que prescinden del toque humano, incluso cómico en ocasiones, que le hace parecer un robot virtual con personalidad, para ser mucho más efectivo y muestra directamente en pantalla el pronóstico del tiempo o si está ya próxima a la entrega la última compra que se hizo en Amazon.

LG G Watch es la consecuencia de meses de trabajo entre los ingenieros de Google y los de la firma coreana. Es previsible que sea una de las estrellas de la conferencia de desarrolladores de Google que tendrá lugar en San Francisco a finales de junio. A priori, su estética no es demasiado rompedora.

Al contrario que el reloj de Motorola, cuyo nombre, 360, delata su forma esférica. Una aproximación distinta al reloj inteligente, pero con la misma forma que los tradicionales de pulsera. En 2012 tuvieron una incursión en este mundo con MotoACTV, un modelo pensado para conectarse con el móvil, pero centrado en la actividad física, un complemento para runners que no fue mucho más allá. Este nuevo intento mejora muchísimo el diseño.

Lior Ron, vicepresidente de la empresa ahora propiedad de Lenovo, cree que será la renovación de un complemento que se puso de moda hace más de 100 años: “De la mecánica a la electrónica. De lo analógico al digital. El reloj de pulsera se ha reinventado en varias ocasiones durante un siglo, pero debido a su elegancia, a su posibilidad de tener toda la información de un vistazo, nos centramos en los primeros diseños para pensar cómo será el del futuro”.

Según declara en el blog de Motorola, la intención es “tener al cliente informado sin causar distracción. Darle lo que necesita antes de que lo pida sin tener que llenar todo de alertas y notificaciones. Queremos que con un giro de muñeca se vea quién ha mandado un correo o llamado, cuándo es la próxima reunión o el último mensaje en redes sociales de un amigo”.

Pebble, un proyecto lanzado en Kickstarter, es hasta el momento el reloj más vendido. Entre sus ventajas, una batería duradera gracias a usar tinta electrónica y un mundo abierto de posibilidades para los desarrolladores al permitir crear aplicaciones combinadas tanto en Android como en iOS.

Eric Migicovsky, consejero delegado de este estudio, no ha dudado en marcar su posición privilegiada: “Nos encanta saber que Google está también en esto. Cuando hace seis años comenzamos a trabajar con la tecnología para vestir apenas había gente trabajando en ello, pero sí nos encontramos con muchísimos escépticos. Es emocionantes ver crecer el mercado a tanta velocidad. Esto traerá más casos de uso y mejores experiencias para los usuarios”.

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